MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) ha permitido analizar cómo y cuánto ha podido influir la termorregulación en el cambio de la geometría cerebral durante la evolución humana, explica el responsable de su Laboratorio de Paleoneurobiología, el doctor Emiliano Bruner. Así se ha publicado en la revista 'American Journal of Human Biology'.
Los expertos se han dedicado a estudiar la relación entre geometría cerebral y termorregulación e intentar "arrojar luz sobre los mecanismos de esta última". Y es que, a pesar de la importancia de la gestión energética del cerebro, "todavía se desconocen los mecanismos de regulación de su temperatura", sostienen.
En este sentido, los especialistas añaden que "existen muchas discrepancias acerca de la capacidad de refrigeración selectiva del volumen cerebral". Por ello, Bruner propone una técnica de análisis de la distribución del calor de la cavidad craneal en función de la forma del cerebro para desentrañar estos mecanismos.
Tal y como recoge la Agencia SINC, estas evidencias han sido obtenidas a través del estudio de personas y chimpancés mediante simulaciones numéricas y moldes endocraneales. Al observar los resultados, los expertos han deducido que las arterias y venas "tienen un papel importante", pero se muestran precavidos porque "los datos son escasos y las teorías muy especulativas".
Por último, los especialistas significan que esta problemática también ha sido discutida desde el prisma de los posibles cambios asociados con la encefalización de los homínidos. Sin embargo, la única información que queda sobre el cerebro de éstos es su forma geométrica.