REUS (TARRAGONA), 10 (EUROPA PRESS)
El estrés afecta a más de 40 millones de europeos y supone entre un 50% y 60% de los casos de absentismo laboral, superado sólo por las patologías de la espalda. Este hecho implica un coste de 20.000 millones de euros, según se puso ayer de manifiesto durante la Jornada Estrés laboral, titulada 'Del diagnostico a la jurisprudencia', celebrada en Reus (Tarragona).
Según la médico de la Mútua Reddis Cori Pagés, el estrés "no discrimina" y lo puede padecer todo el mundo, pero hay un grupo más vulnerable como son los trabajadores más jóvenes y los más mayores, las mujeres, los inmigrantes y los discapacitados.
Sus efectos en la actividad laboral son una disminución de la calidad, eficacia y rendimiento; insatisfacción y deterioro del ambiente laboral; absentismo; y aumento de los errores en los trabajos y, consiguientemente, de los accidentes laborales.
Según datos de 1999 de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo, el 28% de los trabajadores europeos padece estrés y un 20% más padece 'burnout' --síndrome del trabajador quemado--.
Más de la mitad de los 147 millones de empleados dicen trabajar con presión de tiempo y plazos ajustados y más de un cuarto no puede decidir sobre su ritmo de trabajo.
Así, los trabajadores estresados presentan todos cefalea, un 17% dolores musculares; un 20% enfermedades varias, un 13% fatiga y un 30% dolor de espalda.
Según el Dr. Pere Gomis, experto en medicina laboral, hay profesiones más estresantes que otras. Por orden de mayor estrés a menor se situarían: mineros, policía, construcción, pilotos aéreos, periodistas, dentistas, médicos, enfermeras, conductores de ambulancia, músicos, profesores y directores de personal.
Por su parte, la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya y futura miembro del Tribunal Supremo Rosa M. Virolés aseguró que determinadas enfermedades modernas como la fibromialgia o la fatiga crónica se pueden relacionar con el estrés hasta el punto de que, en algunos casos, se pueden considerar enfermedades profesionales. Las demandas de incapacidad temporal están creciendo entre colectivos como las amas de casa y los parados.