MADRID 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
Especialistas de toda España se reúnen, este jueves en Madrid, para analizar pasado, presente y futuro de la hepatitis C, una enfermedad muy prevalente, que afecta a 170 millones de personas en la actualidad, pero cuyo tratamiento ha evolucionado de tal manera en las últimas décadas que actualmente casi el 75 por ciento de los pacientes se cura.
En una entrevista a Europa Press, el jefe de la Sección de Hepatología del Hospital del Mar de Barcelona, Ricard Solà, ha explicado que, a pesar de que entre el 10 y el 25 por ciento de los afectados por Hepatitis C evoluciona a enfermedades más graves, como la cirrosis o el cáncer, se trata de una patología con un porcentaje de curación "muy alto" y que no obliga a mantener el tratamiento de por vida.
"En los últimos años hemos pasado de curar al 10 por ciento de los pacientes, en la década de los 90, a entre el 70 y el 75 por ciento en la actualidad, gracias al uso de nuevos fármacos como el interferón pegilado y la ribavirina", afirma.
No obstante, el especialista señala que lo "más importante" es que se ha aprendido a manejar mejor el tratamiento y a hacerlo de forma individualizada en función de los aspectos de la persona y de los genéticos durante el tratamiento del virus. "La duración total de la terapia depende de la resistencia de la carga viral, pero suele variar entre los seis y los 18 meses", puntualiza.
"Consideramos que cuando el paciente mantiene una carga viral negativa (sin presencia del virus) durante los seis meses posteriores a abandonar el tratamiento es que ha alcanzado lo que llamamos 'respuesta viral sostenida', es decir, la curación completa, algo que ocurre en el 70 por ciento de los casos", afirma el experto.
A su juicio, otro "gran punto de cambio" es el descubrimiento, llevado a cabo el año pasado, de una única alteración genética en el cromosoma 19, en el gen de la interleucina 28B, que permite clasificar las posibilidades de curación de una persona. Según los especialistas, este hallazgo "ha cambiado la historia de la hepatitis C en la actualidad".
Cada persona nace con un genotipo en la interleucina 28B que permite catalogar, genéticamente, la susceptibilidad y capacidad del organismo para defenderse del virus C de la hepatitis, tanto de forma espontánea como después de recibir tratamiento antiviral. De este modo, el análisis determina si un paciente tiene o no predisposición para curarse.
UN AHORRO DE ENTRE 700 Y 1.900 EUROS POR PACIENTE
"Este método estará pronto disponible en la práctica clínica, permitiendo, además de ver cuál es el genotipo de virus del paciente, saber quiénes necesitan los tratamientos más agresivos, lo que mejorará mucho la eficacia de la terapia y acumulará un ahorro de entre 700 y 1.900 euros por paciente", detalla Solà.
Para impulsar este método, se está realizando un estudio prospectivo (OPTIM), que incluye a más de 80 centros sanitarios, que busca mostrar de forma precisa el importante papel del conjunto de los factores pronósticos y de la necesidad de su análisis para determinar los pacientes que deben iniciar el tratamiento con la terapia habitual (interferón pegilado alfa-2a y ribavirina) o los que deberán esperarse a la triple terapia.
"Esta técnica", añade el experto, "nos va a permitir seleccionar a los pacientes que se pueden curar con interferón y ribavirina sin necesidad de esperar al tratamiento triple ya que las nuevas moléculas son eficaces, pero al parecer elevarán el coste total de la terapia y tienen efectos secundarios difíciles de manejar".
PODRÁN CURARSE ENTRE EL 80 Y EL 85% DE LOS PACIENTES
En su opinión, existen "grandes expectativas de futuro" en cuanto a la hepatitis C, ya que hay alrededor de doce moléculas en desarrollo avanzado que pueden ayudar a alcanzar cifras de curación que ronden el 80 ó el 85 por ciento de los pacientes.
Sin embargo, a pesar de que las nuevas opciones terapéuticas ofrecerán una alternativa "muy válida", los especialistas advierten que sería un error crear falsas expectativas en torno a esta técnica, ya que deben tenerse en cuenta los beneficios, los costes y el incremento de los efectos secundarios.