MADRID 3 May. (EUROPA PRESS) -
La mayor parte de los ciudadanos españoles tienen un gran desconocimiento sobre los síntomas de la esquizofrenia y el trastorno bipolar, según una encuesta promovida por la Fundación AstraZeneca, realizada a 5.473 personas, y que ha sido publicada en la revista de Psiquiatría y Salud Mental.
En concreto, casi la mitad de los encuestados reconoce no saber los síntomas específicos de estas dos enfermedades y aquellos que conocen alguno tienden a destacar los aspectos negativos como, por ejemplo, la violencia o las conductas agresivas.
Según la responsable del Programa de Trastornos Bipolares del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario La Paz, y coordinadora del artículo, Consuelo de Dios, estos resultados son "sorprendentes" y deben "mover a una profunda reflexión" sobre la información que se transmite de las mismas a través de los medios. Además, la doctora destaca la "absoluta necesidad" de realizar campañas de información y de formación sobre las enfermedades mentales graves dirigidas a la población general.
Asimismo, el estudio refleja que más de la mitad de los encuestados creen que estas enfermedades no son fáciles de diagnosticar y, un 40 por ciento de ellos, considera que son los propios pacientes y familiares los que desconocen si poseen esta enfermedad. Además, creen que si el enfermo conoce su enfermedad suelen tender a ocultarlo y no acuden al médico por miedo al rechazo social que producen.
"Estos resultados confirman la necesidad de combatir el estigma asociado a las enfermedades mentales, y la dificultad de acceso al sistema sanitario como otro elemento que retrasa y dificulta el diagnóstico", comenta la doctora.
Asimismo, en el estudio también se desprende la utilidad de los tratamientos psicológicos y de los farmacológicos, ya que, la mayoría de los encuestados, señala que el tratamiento es para toda la vida y que abandonarlo puede ser perjudicial. Sin embargo, un subgrupo considera que sólo se debe de tratar cuando hay síntomas, que un tratamiento muy prolongado puede ser perjudicial y que el tratamiento es sencillo y cómodo.
"Un porcentaje alto tiende acertadamente a pensar que son tratamientos a largo plazo, que su abandono puede llevar a una recaída, que es necesario el tratamiento continuado, y que los abordajes terapéuticos que combinan el tratamiento farmacológico con alguna intervención psicosocial o psicológica son los más adecuados", explica esta experta.
En este sentido, los encuestados señalan que estas enfermedades generan mucho rechazo social, una sobrecarga familiar y sufrimiento a quien las padece.
EXPERTOS Y ASOCIACIONES DE PACIENTES
Tres médicos psiquiatras, una representante de asociaciones de pacientes, un experto en metodología de investigación y análisis de datos, un experto en psicología social y uno en medicina clínica han sido el panel de expertos encargados de preparar el cuestionario elaborado para esta encuesta cuyo objetivo era la población general. También han colaborado en la elaboración diferentes asociaciones de pacientes como: ASANES, ABBA, FEAFES ANDALUCIA, AMAFE y FEMASAM.
La recogida de información se ha realizado en Madrid y Sevilla, ciudades de distinto tamaño y ámbito geográfico para valorar si podría existir sesgo en la recogida de información que impidiera la generalización de datos.
Asimismo, las preguntas planteadas en el cuestionario versan sobre el motivo de conocimiento de las patologías, dificultades en el diagnostico de la esquizofrenia y trastorno bipolar, los síntomas característicos, desencadenantes de la enfermedad, la interferencia de las enfermedades en la vida cotidiana, los tratamientos actuales y su efectividad, creencias asociadas a los tratamientos y a las patologías y preocupaciones asociadas.
Además, se recogieron datos referentes al sexo y la edad. El formato de respuesta a las preguntas ha sido de elección múltiple, con tres preguntas en formato abierto y más de dos opciones de respuesta.
UN 19,5 POR CIENTO DE LOS ENCUESTADOS HA TENIDO UN TRASTORNO MENTAL
Asimismo, según los datos del proyecto epidemiológico ESEMeD, coordinado por la Organización Mundial de la Salud, un 19,5 por ciento de las personas encuestadas en España presentaron un trastorno mental en algún momento de su vida y un 8,4 por ciento en los últimos 12 meses.
En concreto, las enfermedades mentales graves engloban diversos diagnósticos psiquiátricos con cierta persistencia en el tiempo y que presentan graves dificultades en el funcionamiento personal y social, reduciendo la calidad de vida de la persona afectada.
Por ello, la asistencia a las personas con enfermedades mentales graves requiere la integración de distintos niveles de atención y diferentes tipos de intervención con el objetivo de alcanzar autonomía, calidad de vida, bienestar personal y participación social en torno al concepto de recuperación personal. Por ello, la atención a estas personas exige integrar intervenciones psicofarmacológicas y psicosociales en una red de salud mental formada por equipos interdisciplinares.
Y es que, una de las barreras de recuperación integral de los pacientes es el estigma asociado a la enfermedad mental que existe en la sociedad. El desconocimiento es por falta de información, por lo que, según reclama Consuelo de Dios, es necesario que los profesionales, los afectados y sus familias, las instituciones y los medios aúnen fuerzas para formar adecuadamente a la población y contribuir a disminuir el estigma. "Hay muchos países que en este aspecto nos llevan mucha ventaja, y la gente está mejor informada", zanja la doctora.