MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Seis de cada diez españoles apoyan el actual estado de alarma de seis meses decretado por el Gobierno para hacer frente a la segunda ola del coronavirus y hay una mayoría en la población que se muestra contraria a un nuevo confinamiento domiciliario para atajar la pandemia.
Así se desprende de la segunda parte del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de noviembre que el departamento que dirige José Félix Tezanos ha publicado este viernes.
La encuesta se realizó entre el 23 y 26 del pasado mes de noviembre, esto es, casi un mes después de la aprobación en el Congreso del vigente estado de alarma, que está previsto que se prolongue hasta el próximo 9 de mayo.
El estudio, recogido por Europa Press, refleja que el 57,2% de los encuestados dicen estar "muy de acuerdo o bastante de acuerdo" con que el Gobierno declarase este segundo estado de alarma del año, frente al 35,2% que asegura estar "poco o nada de acuerdo".
En la primera parte de la encuesta, publicada hace poco más de quince días, tres de cada cuatro españoles veían necesaria la adopción de medidas durante ante la evolución de la pandemia, y la mayoría estaba a favor de un estado de alarma de 15 días o un mes, pero sólo un 6% de los entrevistados abogaban por uno con una vigencia de seis meses. Un porcentaje, por tanto, este último que se ha incrementado considerablemente con el paso del tiempo.
En el barómetro que se ha conocido este viernes también hay un 63,1% de los encuestados que rechaza un nuevo confinamiento domiciliario como el vivido entre marzo y junio del presente año, frente al 27% que sería partidario de que el Ejecutivo aprobara de nuevo esa medida excepcional.
UN 78% APOYA LAS SANCIONES
El organismo demoscópico también revela que el 78,4% de las personas entrevistadas cree que son necesarias las sanciones y las multas para que se cumpla con las normas de protección contra el virus, y sólo un 16% apela a confiar en que las personas las cumplan voluntariamente.
Eso sí, entre quienes apoyan las sanciones, hay división de opiniones: un 49,4% piensa que hay que endurecerlas y un 42,2% no lo ve necesario y le basta con lo que hay.
