MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Consejo internacional de Enfermeros (CIE) y sus miembros, como el Consejo General de Enfermería de España, han reclamado a nivel global una "mayor inversión" en niveles de dotación de enfermeros, ya que "la seguridad del paciente y del propio profesional están seriamente comprometidas ante la falta de profesionales en muchos servicios y centros sanitarios".
"Muchos consejos generales y asociaciones de enfermería están preocupadas porque las decisiones en materia de dotación de personal están guiadas por consideraciones financieras en lugar de para obtener mejores resultados para los pacientes y mejores entornos para la práctica. Para ofrecer calidad y cuidados centrados en el paciente, hay que considerar la necesidad real de contar con entornos positivos para la práctica con una cantidad adecuada de personal, cargas de trabajo manejables, apoyo de la dirección, liderazgo de alta calidad y la capacidad de que las enfermeras trabajen en todo su ámbito de la práctica", asegura el director de Políticas de Enfermería y Salud en el CIE, Howard Catton.
Por su parte, el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, sostiene que "muchos enfermeros, y es algo más patente durante el verano, están soportando una carga de trabajo que pone en riesgo la seguridad del paciente y la suya propia".
"Pensemos en los que trabajan en servicios tan delicados como una UCI, por ejemplo. Pero, en general, el estrés de atender a un número excesivo de pacientes, incluso con enfermeros con la mejor formación, como son los españoles, puede favorecer los errores o que sea materialmente imposible prestar los cuidados que requieren. El número de enfermeros no es una variable con la que se pueda jugar con criterios economicistas sin esperar que no haya consecuencias en el plano sanitario y laboral", añade Pérez Raya.
En España, desde el Consejo General de Enfermería señalan que esta sobrecarga de trabajo es "más notoria" en unas comunidades autónomas que en otras, debido a la "desigualdad territorial" en cuanto al número de enfermeros en función de la población.
Así, detallan que mientras que Navarra es la región con una ratio más elevada de enfermeros, con 10,48 por cada 1.000 habitantes; seguida de Madrid, con 7,87; y Cantabria, con 7,85; otras regiones están muy alejadas de esas cifras. Es el caso de Murcia, que cuenta con 4,30 enfermeros colegiados por cada 1.000 habitantes; Andalucía, con 5,15; o Baleares, con 5,28; lo que "se traduce en desigualdad e inequidad en el sistema sanitario y unos cuidados diferentes en función de dónde resida el paciente", critican.
A nivel internacional, lamentan que España presenta unas cifras de profesionales enfermeros que "no se corresponden con su posición en función del PIB y de valoración en conjunto del sistema sanitario". Por ejemplo, cuantifican que España tiene una de las ratios más bajas de enfermeros por cada médico (1,39), posición 162 de 192 países; y además es el quinto país con menor número de enfermeros, con un ratio de 6,43 por cada 1.000 habitantes, frente a la media europea de 8,52, que sólo se supera en Navarra.