España y Portugal son los países de Europa con más tuberculosis, pese a que uno de cada tres casos no se notifican

Actualizado: martes, 10 enero 2006 18:27

Ceuta, Galicia, Asturias y la periferia de Madrid y Barcelona son las zonas con mayor prevalencia de la enfermedad

MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

España y Portugal son los países de Europa Occidental más afectados por la tuberculosis aunque, a pesar ser una enfermedad de declaración obligatoria, se estima que una tercera parte de los casos no se notifican a las autoridades sanitarias, informó hoy Neumomadrid en un comunicado.

Según la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, en 2003 se produjeron en España un total de 6.743 nuevos casos de tuberculosis, lo que supone una tasa de incidencia de la enfermedad de 17,02 casos por 100.000 habitantes.

El doctor José Gallardo, especialista de Neumomadrid, señaló que Ceuta, Galicia, Asturias y la periferia de grandes ciudades como Madrid y Barcelona, son las que presentan mayor prevalencia de esta patología en España.

En esta situación, explicó, pueden influir circunstancias históricas como las condiciones socio-económicas, así como las situaciones de marginación en las que viven los inmigrantes, aunque el factor más importante lo desempeñan los programas de control mantenidos de forma constante.

De esta manera, la tuberculosis está asociada a la pobreza, el hacinamiento, la desnutrición, drogadicción y alcoholismo, por lo que la población más vulnerable se concentra en la periferia de las grandes ciudades.

"Los pacientes con más riesgo son aquellos inmunodeprimidos, como los adictos al alcohol u otro tipo de drogas, los infectados por VIH o los trasplantados. Los inmigrantes procedentes de países con alta endemia tuberculosa representa otra población de riesgo", añadió el doctor Gallardo.

Asimismo, precisó que existe una relación directa entre el aumento de contagios del VIH y el aumento del número de casos de tuberculosis. "La profunda inmunodepresión que provoca el VIH es el caldo de cultivo ideal para la proliferación y multiplicación del bacilo tuberculoso", subrayó.

La tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa crónica, causada por un bacilo (Mycobacterium tuberculosis) que se transmite entre personas por medio del aire y, generalmente, ataca a los pulmones, aunque también puede afectar a otras partes como el cerebro o la espina dorsal. Los gérmenes son lanzados al aire cuando una persona con la enfermedad habla, tose, estornuda, canta o ríe.

Los síntomas generales de la tuberculosis pueden incluir malestar general, pérdida de peso, debilidad, fiebre, sudores nocturnos y en particular pueden causar dolor de pecho, tos y expectoración, e incluso tos con sangre.

COSTE ELEVADO DEL TRATAMIENTO.

El especialista de Neumomadrid indicó que el coste del tratamiento de la tuberculosis es muy elevado, ya que se realiza inicialmente con cuatro fármacos, administrados juntos, diariamente. En total son seis meses de tratamiento en la población general.

"Los fármacos antituberculosos --dijo el doctor Gallardo-- son de un coste económico elevado. Por otro lado hay que considerar los costes económicos derivados de las bajas laborales por enfermedad y los costes del diagnóstico de la enfermedad y del estudio de los contactos próximos al caso fuente para detectar posibles casos nuevos entre estos contactos".

Respecto a la prevención, resaltó que lo más importante es, en primer lugar, lograr la curación de todos los casos existentes actualmente con un tratamiento correcto y adecuado, para lo que resulta imprescindible concienciar a los enfermos para lograr su adherencia al tratamiento prolongado.

"También es muy importante la realización de un adecuado estudio de los contactos cercanos al enfermo tuberculoso, con el fin de la detección, si los hubiere, de nuevos casos de infección o enfermedad y su correcto tratamiento", agregó.

Para lograr estos objetivos considera imprescindible poner en marcha un Programa Nacional de Control de la Tuberculosis, con un registro nominal y centralizado de casos. Al respecto, señaló que España es de los pocos países del mundo desarrollado que aún no dispone de este programa de control.

Por todo ello, según el especialista, se deberían reunir todos los profesionales expertos en la materia para actualizar la II Conferencia Nacional de Consenso sobre tuberculosis, con el antecedente del éxito de la primera, que se realizó en 1992.