BRUSELAS, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
España es el país de la Unión Europea (UE) con mayor número de donantes de órganos, que ascienden a 34,6 por cada millón de habitantes, según indicó la Comisión Europea con motivo del lanzamiento de una consulta pública para averiguar cuál es la mejor forma de afrontar los principales obstáculos que se dan en este área, particularmente la escasez de órganos y las diferencias entre los sistemas de garantías y seguridad en cada Estado miembro.
El Ejecutivo comunitario constató que "el número de donantes de órganos difiere notablemente entre un país y otro de Europa", donde España se sitúa a la cabeza y Rumania ocupa la última posición, con 0,5 donantes por cada millón de habitantes. En puestos intermedios se sitúan, por ejemplo, Reino Unido con 13,8 donantes por millón y Grecia, con seis donantes por millón.
Bruselas considera que desde que en los años 50 se hicieron los primeros transplantes de riñón esta práctica ha conocido "un crecimiento constante", también por lo que respecta a otros órganos, como pulmones o corazón.
No obstante, indica que la escasez de órganos es el mayor obstáculo para el transplante y apunta que cada año mueren en Europa unas 10 personas que se encontraban a la espera de ser transplantadas. La tasa de mortalidad entre pacientes que esperan un corazón, un hígado o un pulmón asciende a entre 15 y 30% y en estos momentos unas 40.000 personas figuran en las listas de espera europeas para recibir un órgano.
Asimismo apunta que hay pocos intercambios de órganos entres los Estados miembros y que entre ellos existen notables variaciones en las exigencias sobre procedimientos seguridad y calidad.
Por otra parte, la Comisión alerta sobre el hecho de que la escasez de órganos dificulta que todos los pacientes puedan ser transplantados, lo que, a su vez, puede incitar el tráfico con ellos.
CONSULTA PÚBLICA
En este escenario, el Ejecutivo comunitario dio comienzo este martes a una consulta pública que concluirá el 15 de septiembre para recavar información sobre problemas y obstáculos identificados en la donación y los transplantes y también sobre las mejores estrategias para solucionarlos.
Para ello, propone tres posibles opciones sobre cómo proceder. La primera de ellas sería continuar con un número limitado de proyectos que ya están en marcha, destinados a promover las donaciones, crear una base de datos europea o financiar programas de investigación, entre otros.
La segunda posibilidad sería promover una "cooperación activa" entre Estados miembros con el establecimiento de unas líneas generales sobre calidad y seguridad, intercambio de buenas prácticas y registros comunitarios de transplantes.
Por último, la Comisión preguntará sobre la posibilidad de intensificar esta cooperación y sondea la posibilidad de crear una legislación comunitaria en materia de donaciones y transplantes, que incluiría disposiciones sobre seguridad y transporte y conservación de órganos y que también se ocuparía de luchar contra el tráfico con los mismos.
Sin embargo, Bruselas admitió que esta tercera posibilidad es "improbable", puesto que el Tratado de la UE sólo le reconoce en este aspecto las competencias de proponer iniciativas para asegurar los mejores niveles de seguridad y calidad, pero no le permite legislar cuando se trata de organizar y ofrecer servicios sanitarios y cuidado médico, que corresponde a cada Estado miembro.