España es el noveno mejor país del mundo para ser madre por delante de Alemania y Francia, según Save The Children

Actualizado: martes, 8 mayo 2007 21:51


MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -

España ocupa el noveno puesto en el ranking de los mejores países del mundo para ser madre por encima de Alemania y Francia, según el 'Índice de Madres' elaborado por la ONG internacional Save The Children entre 140 Estados. En la primera posición está Suecia, Estados Unidos ha bajado al puesto 26 hasta equipararse con Hungría y, en la cola, los peores lugares para la maternidad son Níger y Sierra Leona.

Este es el octavo índice que elabora Save The Children, un informe que clasifica los mejores y peores países para ser madre comparando el bienestar de madres y niños y que, este año, encabezan Suecia, Islandia y Noruega, seguidos de Nueva Zelanda, Austria y Dinamarca.

Los diez mejores países fueron así considerados porque, "en general, alcanzan unos altos niveles de salud, educación y estatus económico de madres e hijos", según explicó Save The Children en un comunicado. España repite en el noveno puesto este año, por encima de Estados como Alemania, Reino Unido o Francia, y precedida inmediatamente por Finlandia y Bélgica.

Respecto a los peores lugares del mundo para desarrollar la maternidad, nueve de los diez Estados seleccionados se encuentran en el África Subsahariana y ocupan tal posición por presentar unas "condiciones terribles" tanto para las madres como para sus hijos. En estos países morirá una de cada 13 madres por causas relacionadas con su embarazo y uno de cada cinco niños fallecerá antes de cumplir el año de vida.

Asimismo, más de uno de cada tres niños sufrirá malnutrición y sólo tres niñas por cada cuatro niños recibirán educación primaria, algo que no ocurre en Italia, a la cabeza en el apartado sobre el bienestar infantil del 'Índice de Madres', porque todos sus niños y niñas "gozan de buena atención sanitaria y educación".

En el mismo apartado sobre bienestar infantil figuran como los países con peor situación Níger y Afganistán, donde uno de cada cuatro niños "corre el riesgo de morir antes de los cinco años", el 40% de la población infantil está malnutrida y "sólo una niña por cada dos niños va a la escuela". En ambos países, más de la mitad de los niños no tiene acceso a agua potable.

"Si los 88 años de experiencia en el terreno de Save the Children nos han enseñado algo es que la calidad de vida de los niños depende de la salud, seguridad y bienestar de las madres", señaló el director General de Save the Children, Alberto Soteres, para quien "proporcionando a las madres acceso a la educación, oportunidades económicas y atención sanitaria materno-infantil" se podrían asegurar "mejores oportunidades de sobrevivir y desarrollarse".

LA BRECHA SANITARIA Y MUERTE PREMATURA

En este sentido, destaca "la brecha en la disponibilidad de servicios sanitarios materno-infantiles" entre países como Suecia y Níger (primero y último de la clasificación, respectivamente), pues mientras en el primer caso hay personal sanitario debidamente formado atendiendo prácticamente todos los partos, en el país subsahariano sólo el 16% de los mismos es atendido por profesionales. Este porcentaje es menor del 15% en Afganistán, Bangladesh, Chad, Etiopía y Nepal.

De media, una mujer sueca ha recibido alrededor de 17 años de educación formal y vivirá 83 años; el 72% ha usado algún método de contracepción y sólo una de cada 150 perderá a un hijo antes de que éste haya cumplido los 5 años de edad.

Sin embargo, en Níger, como en otra media docena de países susaharianos, cada mujer habrá recibido menos de 3 años de educación y apenas llegará a cumplir 45 años de vida (en Suazilandia la esperanza de vida no llega a los 30 años). Sólo un 4% utiliza algún tipo de anticonceptivo y cada madre sufrirá la pérdida de al menos dos hijos. Además, 1 de cada 4 niños nunca celebrará su quinto cumpleaños, como también ocurre en Afganistán, Angola y Sierra Leona.

Respecto a la falta de asistencia profesional en los embarazos y partos, será la causa de la muerte de una de cada siete mujeres en Angola, Malawi y Níger y de una por cada seis en Afganistán y Sierra Leona.