MADRID 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Europea de Embriología y Reproducción Humana (ESHRE, por sus siglas en inglés) ha dado a conocer algunos datos sobre un sector sanitario cada vez con más demanda. Este informe, que baraja los datos de clínicas europeas durante 2009/2010, muestra que son los centros españoles los que acometen un mayor número de atenciones transfronterizas, lo que se conoce como 'Turismo reproductivo', concentrando entre el 35 o 40 por ciento.
"Estos datos podrían haber aumentado en estos dos años últimos en lo que se refiere al número de pacientes extranjeros", advierte a Europa Press el presidente de la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR), el doctor Manuel Ardoy, para quien el término 'Turismo reproductivo' no es fiel a la realidad si se tiene en cuenta que se está hablando de técnicas médicas que ayudan a solventar problemas de salud.
El informe muestra que mayoría de la pacientes vienen de Italia, Francia y Reino Unido, "pero el abanico se abre a prácticamente toda Europa y a otros contienes"; aunque se cree que hasta un 75 por ciento de los ciclos transfronterizos se realizan en el territorio nacional es a pacientes italianos.
Actualmente, atendiendo a los datos de la ESHRE, y teniendo en cuenta que, según Ardoy, "es complicado recoger unos datos exhaustivos", en Europa entre el 35 al 40 por ciento de la atención transfronteriza se realiza en España, lo que significa entre 10.000 a 15.000 ciclos son a estos pacientes, del número total que se encuentra entre 30.000 y 35.000 ciclos trasnfronterizos; otro país con datos similares a España es Bélgica, "con unos datos muy similares".
Estos datos podrían suponer hasta el 15 por ciento de los ciclos que se hacen en España, donde la cifra total sumando a la población nacional se estima ronda los 100.000 ciclos anuales. Esta atención a no nacionales, añade Ardoy, "supone un porcentaje relevante a nivel económico de la actividad de muchas clínicas".
Estos datos muestran que "España no lo hace mal, la calidad percibida por los pacientes es buena porque se hacen muchos ciclos y van en aumento, año a año, a pesar de que en otros países son muchos más barato".
A la pregunta de por qué España es el país más elegido, Ardoy alega diversos motivos: la calidad asistencial y una legislación avanzada, a la vez que rigurosa; este último motivo, es el que alegan hasta tres cuartas partes de los pacientes consultados por la sociedad europea. También influye, en el caso de Italia, la cercanía territorial.
En lo que respecta a los motivos legales, explica que "España es uno de los países con una legislación más extensa y rigurosa, de las más avanzadas en la materia en Europa". El hecho de que se hagan tratamientos o se usen técnica que en otros países no se hacen abre el mercado, aunque, advierte, "eso no significa que tengamos una legislación que permita un coto abierto".
Principalmente, se refiere a la utilización de gametos de donante que suponen un 60 por ciento de los ciclos que se hacen en España en este tipo de atención. "Además se valora que en España la donación es absolutamente anónima, no como en otros países sobre todo de origen anglosajón", afirma.
Por el contrario, en países de nuestro entorno no es así: en Italia la donación de gametos no está contemplada por la ley; en Alemania, el número de ovocitos está limitado por ley a tres; luego hay países con listas de espera amplias que dificultan el proceso final.
Por otra parte, hasta el 25 por ciento de las mujeres que acuden a España han afirmado que la elección del país se ha basado en su calidad asistencial. "Los indicadores muestran muy buenos resultados, las sociedades científicas y clínicas están haciendo muchos esfuerzos por mantener un buen nivel clínico y asistencial", advierte.
Con el objetivo de mantener esta situación, actualmente se está redactando una norma ISO específica para Laboratorio de Reproducción Humana, que se espera de carácter nacional y adaptada a los certificados de calidad internacional.
Del mismo modo, destaca que las sociedades médicas han puesto en marcha un registro de ciclos y donantes que la ley española prevé poner desarrollar, aunque aún no se ha llevado a cabo. "Ahora mismo hay un registro de actividad que, a pesar de ser voluntario, cuenta con la participación de hasta un 80 por ciento de los ciclos que se hacen en España", añade, al tiempo que demanda al Estado que desarrolle este registro de manera obligatoria.
En su opinión, si hay algo que le falta a España es una regulación de técnicos de laboratorio, donde se desarrolle el campo de actividades y se ajuste su ciclo formativo, aunque, "ahora mismo, la formación de estos profesionales, aunque es buena no está sustentada en unos requisitos legales de formación, tiempo, responsabilidad, de manera que puede suponer un riesgo para el futuro".