MADRID 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por el Grupo de Ingeniería y Gestión Responsable de la Universidad de Burgos (UBU) ha revelado que en España se han producido unos 150.000 accidentes con escaleras de mano en los últimos 18 años, según datos de 1990 a 2008, lo que hace necesario cerciorarse de que estén en buen estado y en un lugar en el que no corran riesgo de desestabilizarse.
Así lo aseguran los autores de esta investigación en un artículo que publica la revista de investigación norteamericana 'Journal of Safety Research', que revela que más de la mitad de los accidentados (52%) estaba subiendo o bajando de estas escaleras. Además, en dicho periodo se contabilizaron 105 fallecimientos por esta causa.
De hecho, el principal motivo de accidente es el mal uso de la misma, como sucedió en el 58 por ciento de los percances, detallando como factores de especial riesgo los trabajos con escaleras en las últimas horas de la jornada o en jornada extraordinaria.
Asimismo, su colocación adecuada es "imprescindible" ya que el 11 por ciento de estos accidentes con escaleras se debe a la rotura de éstas o a su desplazamiento.
"La escalera está mal colocada, se abre la puerta que está al lado antes de terminar y se cae la escalera y la persona subida a ella", ha explicado a la Agencia de Noticias para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología (DiCYT) de la Universidad de Salamanca el profesor Miguel Ángel Camino, uno de los autores de la investigación, que se ha realizado con la financiación de la Junta de Castilla y León.
La actividad con mayor número de accidentes con escaleras es la construcción, aunque el experto ha incidido en que también ocurren percances de gravedad en la agricultura (con la poda de árboles, por ejemplo) y en el hogar. "Observamos que la tendencia es que en los domicilios los accidentes fueran de gravedad", ha apuntado Camino.
Además, la investigación revela que de cada 100 accidentes sufridos por trabajadores españoles de grandes empresas, el 47 por ciento correspondieron a caídas, un porcentaje que se eleva hasta el 57 por ciento en el caso de las microempresas.
Por todo ello, y con el objetivo de reducir los accidentes en empresas, Camino reconoce que ningún trabajador debe utilizar una escalera de mano si previamente no se ha realizado una evaluación de riesgos de la misma que considere que el peligro de sufrir un percance es bajo. "Se ha observado que en España es demasiado frecuente trabajar con escaleras sin haber realizado la preceptiva evaluación de riesgos", mantiene.
En general, a partir del año 2000 estas herramientas suelen cumplir los requisitos exigidos por la normativa vigente, algo que no pasaba desde 1990 hasta esa fecha, pues se detectaban diversas anomalías, muchas de ellas derivadas de la fabricación manual.
En cualquier caso, Camino insiste que aunque la escalera no presente ningún desperfecto, si no se siguen una serie de buenas prácticas para su utilización, se pueden sufrir accidentes con su uso.