BARCELONA, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
La vida de Manuel Uribe, un mexicano de 41 años, estuvo siempre marcada por tener unos kilos de más. Sin embargo, en los últimos años este problema alcanzó límites insospechados convirtiéndole en la persona más obesa del mundo. Ahora, un equipo de médicos van a realizarle una reducción de estómago para que pueda recuperar una vida normal.
Después de meses de espera, el equipo del Centro Laparoscópico de Barcelona aceptó realizarle una reducción de estómago aunque le aconsejaron que antes perdiera unos cuantos kilos para reducir el índice de riesgo. Gracias a la equilibrada dieta mediterránea "desde enero ha perdido 60 kilos", según explicó a Europa Press Televisión el Director del Centro Laparoscópico de Barcelona, el doctor Carlos Ballesta (en la imagen).
"Manuel, que en enero de este año llego a pesar 550 kilos, ya fue un adolescente con problemas de obesidad, durante su juventud llegó a pesar 120 kilos, explicó Ballesta. Después fue descuidando su alimentación hasta llegar a la situación actual", explicó.
El doctor consideró que se trata de "un caso de obesidad extrema" aunque destacó que "sorprendentemente" no sufre muchas de las enfermedades que tienen la mayoría de personas con obesidad mórbida, como diabetes o hipertensión por lo que señaló que la intervención tiene "menos riesgos". Sin embargo, el equipo de médicos quiere esperar a que Manuel pese menos de 400 kilos para operarlo.
Según el doctor, el objetivo de la operación es "que Manuel pueda volver a andar lo antes posible y que haga vida normal". La intervención que se le realizará a Manuel será mediante cirugía laparoscópica en la que mediante unos pequeños orificios en la piel de 3 a 10 milímetros se introducirá una cámara de vídeo dentro de la cavidad donde quieren operar.
Esta técnica recibe el nombre de by-pass gástrico y tiene una doble actuación "se reduce el estómago hasta obtener uno nuevo de un máximo de 50 centilitros y se realiza un by-pass en la boca del estómago para que desvíe ciertos alimentos hasta una zona alejada del intestino de forma que se disminuye la absorción de alimentos" explicó Ballesta.
Manuel está "esperanzado" y cree que la operación que se le practicará en Barcelona le dará una nueva oportunidad. Por eso, se siente "muy agradecido" con el Doctor Ballesta y su equipo, porque en sus manos se encuentra su futuro.