MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
Con motivo del Día Mundial por la Concienciación y Visibilización de la Muerte Perinatal, que se celebra este viernes, el Consejo General de Enfermería insta a todas las administraciones, hospitales y centros de salud a contar con estos protocolos porque ayudan enormemente a las familias que sufren la pérdida de un bebé.
Consideran imprescindible contar con estructuras que sienten las bases de cómo debe ser la atención en estos casos en los que fallece el bebé desde las 25 semanas de gestación hasta un mes después del nacimiento para evitar problemas de salud mental y prevenir duelos complicados en el futuro.
"Somos conscientes de que cada vez está más normalizado tratar a estas familias con la mayor empatía posible, pero todavía queda mucho por hacer. Debemos desterrar comentarios, miradas o actitudes que pueden hacerles un daño enorme", explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
Desde la institución recalcan la importancia de dar visibilidad a estos casos y no ocultar una realidad muy dolorosa que existe y que afecta enormemente a la vida de quienes lo padecen. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de muerte perinatal se sitúa en 4 defunciones por cada mil nacidos vivos.
"Es importante escuchar, darles el tiempo necesario, explicarle las opciones y apoyarles en sus decisiones, mantener la calma, cuidar el lenguaje corporal, aconsejarles sin obligarles a nada, hablar a ambos padres equitativamente y, sobre todo, no intentar encontrar algo positivo a la muerte del niño ni decirles que entiendes su dolor si no se ha pasado por algo similar", subraya Montserrat Angulo, vocal del Consejo General de Enfermería en representación de la especialidad de Enfermería Obstétrico-Ginecológica.
Cada duelo es diferente y cada familia lo afronta de una manera. De la misma forma que antiguamente se recomendaba no ver al bebé para no sufrir más, las experiencias en la actualidad aconsejan que haya una despedida, que los padres puedan guardar recuerdos del recién nacido e, incluso, que se fotografíen con él.
Además de esas fotos, muchos hospitales ofrecen una cajita de recuerdos en la que pueden guardar moldes de las huellas, un mechón de pelo, alguna pulserita, el gorrito que se les pone cuando nacen, etc. "Debemos dejar que sean ellos los que deciden, pero siempre dándoles la oportunidad de hacerlo, que sepan que existe esa posibilidad e, incluso, algunos hospitales se prestan a guardar esos recuerdos hasta que los padres están preparados para tenerlos", comenta Pilar Fernández, vicepresidenta del CGE.
Sobre todo, desterrar del lenguaje frases paternalistas como "todavía eres joven", "tienes tiempo de tener otro" o "le pasa a muchas mujeres", entre otras. Para las enfermeras, estos comentarios son palabras que no necesitan y que, además, los lleva, muchas veces, a sufrir un duelo desautorizado e invisible.
Si ya había hijos anteriores no hay que ocultar esa pérdida, sino que es necesario explicarla porque esos niños o niñas estaban esperando a un hermano que no va a llegar y ellos también deben ser parte de ese duelo. "Muchas veces se hace muy complicado explicar esta situación a los más pequeños, pero deben conocer lo que ha pasado, utilizando metáforas o de la forma en la que los padres se sientan más cómodos", apunta la vicepresidenta.
Estos protocolos deben incluir también la atención a las familias en el caso de que decidan volver a intentar tener un hijo. "Las enfermeras debemos estar cerca de la madre y del padre en todo momento y un nuevo embarazo puede suponer momentos de ansiedad durante los nueve meses. Desde Atención Primaria y también hospitalaria, tenemos un papel fundamental en el seguimiento de este embarazo y así deben conocerlo las instituciones para que se implante y se visibilicen los protocolos y la formación necesarios", concluye Pilar Fernández.