MADRID 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Mesa de la Profesión Enfermera ha remitido una carta a todos los Presidentes autonómicos en la que les advierte sobre la "parálisis y caos asistencial" que podría generar en sus respectivos servicios de salud el Real Decreto de prescripción enfermera aprobado por el Gobierno, y que serán sus comunidades autónomas quienes pagarán "los platos rotos" de su aprobación.
El RD, que aún está pendiente de publicación en el Boletín Oficial del Estado, ha puesto en pie de guerra a los presidentes del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, y del Sindicato de Enfermería, SATSE, Víctor Aznar, que recuerdan a los responsables de los ejecutivos autonómicos que "el Gobierno del PP ha aprobado un texto normativo que no respeta lo acordado con sus respectivos consejeros de Sanidad, en la reunión del Consejo Interterritorial del SNS del pasado mes de marzo".
En este sentido, apuntan que, "después de seis años de negociación y 90 versiones del texto, el Partido Popular ha tomado una decisión de gran calado para el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud a espaldas de todas las partes implicadas, entre ellas, los gobiernos autonómicos, sin importarle ni lo más mínimo la negativa repercusión que tendrá en la atención sanitaria hacia los pacientes y ciudadanos de todas las comunidades autónomas".
A su juicio, el RD conllevará más esperas, más consultas y más gestiones para los ciudadanos y pacientes, algo que afectará muy directamente al desarrollo normal de la asistencia sanitaria en cada comunidad autónoma. "Una medida, en definitiva que, lejos de constituir una garantía dificulta la continuidad asistencial, incrementa la burocracia del sistema, entorpece el trabajo de médicos y enfermeros y deshumaniza la atención sanitaria", añaden.
Algunos ejemplos los encontramos cuando las enfermeras administran una vacuna; cuando las matronas atienden un parto de forma autónoma; cuando utilizan cremas (algunas de ellas consideradas medicamentos sujetos a prescripción médica) para curar heridas, quemaduras o ulceras por presión en una visita domiciliaria, o cuando regulan la medicación a los pacientes crónicos en las consultas, por ejemplo, en el caso de los diabéticos.
En su carta piden que dicten las instrucciones precisas para que los órganos directores de los centros e instituciones sanitarias de su ámbito territorial, respeten la legítima conducta de todos los enfermeros, quienes a partir de ahora no tendrán otro camino que actuar conforme a lo previsto en el Real Decreto para no ser denunciados de intrusismo profesional.