MADRID 30 May. (EUROPA PRESS) -
La ONG Enfermeras para el Mundo ha seleccionado, a través del programa 'VOLIN' de voluntariado internacional, a 20 enfermeros para ayudar a algunos de los pueblos más desfavorecidos del mundo.
Gracias a este programa, que cumple este año quince ediciones, los enfermeros voluntarios tendrán la oportunidad de vivir una experiencia única a través del análisis de la pobreza y sus causas, desde un conocimiento directo de la realidad socio-sanitaria en países en vías de desarrollo. Además, durante su estancia estarán compartiendo otras culturas y estilos de vida.
"Programas como 'VOLIN' permiten vivir de otra forma una profesión ya de por sí vocacional y centrada en las necesidades de los demás, como es la enfermería. En este caso, los voluntarios estarán contribuyendo de forma directa a la mejora de las condiciones de vida de personas en el marco de sistemas sanitarios muy alejados del nuestro y donde los servicios sociales no alcanzan a la población más vulnerable", ha comentado el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado.
BOLIVIA, UN DESTINO CON PLAZAS DISPONIBLES
En concreto, en el caso de Bolivia, los nuevos voluntarios y voluntarias colaborarán con la Fundación Levántate Mujer en el fortalecimiento del Centro Epua Kuñatai, que trabaja con mujeres y niños afectados o que conviven con personas afectadas de VIH/Sida.
En otro de los proyectos radicados en el país andino el trabajo se centra en niñas y adolescentes víctimas de trata y tráfico de personas o víctimas de la violencia intrafamiliar y/o doméstica. Además de estos dos proyectos, los voluntarios tendrán la oportunidad de trabajar en países tan dispares como Marruecos o Ecuador.
Ahora bien, antes de partir hacia sus respectivos destinos, los candidatos seleccionados realizarán un programa formativo en España que consistirá en un curso de formación teórico-práctico para el trabajo sobre el terreno.
En alguno de los programas ofertados, al profesional se le exigen conocimiento de temas de salud pública, como son salud sexual y reproductiva, VIH/Sida o higiene. Asimismo, se han valorado otras aptitudes como la capacidad docente o conocimientos o experiencia en materia de prevención contra la violencia de género o el enfoque de género en salud.