MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
La enfermera imputada por la muerte del bebé Rayán, hijo de la primera víctima mortal en España por la Gripe A, ha asegurado ante la juez que instruye el caso que fue en la UCI del Hospital Gregorio Marañón donde le pidieron que alimentara al pequeño sin que le dieran ningún tipo de explicación, lo que se contradice con lo que recoge el informe de la Comunidad, que señala que fue la enfermera quien se ofreció a hacer el trabajo.
Así lo publica este sábado el diario 'ABC', al que fuentes cercanas a la investigación explicaron que la joven tomó declaración el pasado jueves y que afirmó que en la UCI le indicaron que alimentara a Rayán, sin advertirle antes de que la nutrición debía suministrarse por una sonda nasogástrica, esto es, a través de la nariz.
En su lugar, lo hizo por vía venosa periférica (directamente a la sangre), lo que provocó la muerte del bebé el pasado 13 de julio. Desde el primer día, la dirección del centro explicó que el fallecimiento del recién nacido se debió a este error, cometido por la joven enfermera que llevaba sólo un día en la UCI.
Durante su declaración, que no fue pública, en el Juzgado de Instrucción Número 53 de Madrid, la enfermera, según el mismo diario, confirmó que el día de los hechos fue su primera jornada en la UCI de neonatos, que realizó su turno con tres enfermeras y que, según explicó, a ella se le asignaron las tareas de auxiliar por su falta de experiencia.
Asimismo, aseguró que siempre estuvo tutelada por una enfermera, hasta que una urgencia acaparó la atención de sus compañeras, momento en el que se le indicó que alimentara a Rayán "sin advertirle de que debía utilizar la vía nasogástrica", según su testimonio.
También argumentó que hasta entonces ella "había administrado a otros pacientes la alimentación por vena". Antes de estar en la UCI de neonatos, la joven enfermera había hecho sustituciones en las urgencias infantiles del Gregorio Marañón y en la UCI de adultos del Doce de Octubre de Madrid. La imputada denunció ante la juez la inestabilidad de su puesto de trabajo.
"SE OFRECIÓ ELLA", SEGÚN EL INFORME DE LA COMUNIDAD
El informe que realizó la Inspección de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid recoge, sin embargo, que la enfermera se ofreció ella misma a alimentar a los neonatos mientras sus compañeras atendían una urgencia, y que sólo erró en el caso del hijo de Dalilah.
Así, este estudio indica que el día 12 de julio --fecha del error-- había en total en la Unidad diez enfermeras y cinco auxiliares de enfermería, y concretamente en el box pequeño, donde se encontraba Rayán junto con otros tres prematuros, había dos enfermeras y una auxiliar.
Coincidiendo con una situación de emergencia de un prematuro recién ingresado en el mismo box que Rayán, la auxiliar se dispone a repartir la nutrición enteral (por vía nasal), pero la enfermera responsable le indica que lo retrase porque precisa de su colaboración en el ingreso. "Es entonces cuando la enfermera 1 (protagonista del incidente) se ofrece a poner las nutriciones enterales tanto al neonato 1 (Rayán), como al neonato 2 que también la tenía pautada", señala el informe.
En el caso del Consejo General de Enfermería, que también ha elaborado su propio informe, recogen lo dicho en el trabajo de la Comunidad de Madrid, puesto que no pudieron hablar con la enfermera dado su estado de salud. Por recomendación médica, la comisión deontológica del Consejo encargada del informe decidió retrasar la declaración de la joven, que ha estado ingresada con crisis de ansiedad.