Una endocrina es el 'ángel de la guarda' que diagnosticó un tumor de hipófisis en un autobús

Montserrat Ventura
EPTV
Actualizado: miércoles, 28 octubre 2009 17:50

BARCELONA 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

La doctora Maria Gloria Prat, endocrinóloga que trabaja en varios centros de salud públicos y privados de Barcelona, fue la desconocida que diagnosticó un extraño tumor a Montserrat Ventura cuando ambas viajaban en un autobús urbano de la capital catalana hace unos meses. Ventura, de 55 años, lanzó el martes un llamamiento para localizar a la médico desconocida que, tan sólo con verla, le recomendó hacerse una prueba por si sufría cáncer de hipófisis, como asi resultó.

En declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, la doctora María Gloria Prat, de 60 años, manifestó con su rostro oculto a la cámara que, efectivamente, mantuvo una conversación con Montserrat Ventura en un autobús de la línea 64 de Barcelona, y que su aspecto le llamó la atención: las manos de Montse eran planas y con dedos más cuadrados. Por su condición de endocrina y su "forma de ser", la doctora Prat confirmó que recomendó a Ventura que se hiciera una prueba porue pensaba que podía tener un tumor de hipófisis en estadio inicial. Esa recomendación le permitió operarse a tiempo y recobrar la salud.

En declaraciones previas a Europa Press Televisión (en la imagen), Montserrat había explicado que "antes de bajar del autobús, la desconocida se le acercó y le pidió hablar aparte. "Me llamó y me dijo si me podía levantar. Me comentó que me había estado observando y que le gustaría que me hiciera una analítica", explica Ventura, que la recuerda muy educada y sensata.

"Entonces, sacó un papel y anotó dos valores", instándola a someterse a unos análisis sobre dos parámetros -'hormona de crecimiento' y 'somatomedina-C'- en concreto. "Me comentó que aún estaba a tiempo, y que cuando la gente llega a su consulta está hecha polvo", relató.

Montserrat le preguntó qué es lo que había visto en ella y la mujer respondió que tenía "las manos hinchadas", le preguntó si le "apretaban los zapatos" y le indicó que "tenía los labios hinchados". La doctora ya había tenido dos casos en consulta con los mismos signos, pero que en ella estaban poco desarrollados.

Al cabo de un mes, Montserrat tenía cita para la revisión ginecológica y pidió que le incluyeran los dos conceptos que la desconocida le había indicado en la analítica de la revisión.

"Todo estaba bien, salvo los dos valores extra, que triplicaban la actividad normal". A partir de ahí, inició un peregrinaje para que le diagnosticaran su enfermedad, que resultó ser un pequeño tumor de hipófisis de siete milímetros en una glándula de apenas un centímetro de altura.

OPERACIÓN RÁPIDA

"El tumor era muy pequeño, pero estaba mal colocado, en la cavidad cavernosa por donde pasan mil nervios y junto a la carótida", relató la mujer, que explicó que, cuando se puso en manos de un neurocirujano éste le dijo que la operaban sin demora porque había riesgos de que el tumor pudiera provocarle una hemorragia dentro del cerebro o ceguera.

A Montse la conocen ya en varios hospitales como la mujer del autobús. Estos tumores benignos se suelen detectar muy avanzados, cuando ya inciden en el corazón y los riñones. La hipófisis regula una larga lista de glándulas y fabrica la hormona del crecimiento y cuando un tumor la altera suministra mucho más de lo necesario y agranda toda clase de tejidos.

Después de la operación Montserrat se encuentra totalmente recuperada. "Ahora que ha acabado todo esto y tiene un final feliz, es el momento de encontrar a esta persona para darle las gracias por salvarme la vida", concluyó.