MADRID 30 May. (EUROPA PRESS) -
El parto humanizado, puesto en marcha por Sanitas Hospitales, ofrece una atención individualizada a cada mujer y favorece la mínima intervención durante el parto siempre que la seguridad de madre e hijo estén garantizadas. Además, puede evitar la rotura de la bolsa de aguas, siempre y cuando la dilatación progrese adecuadamente, y la episiotomía.
"Se trata de humanizar el acto de dar a luz, hacerlo más natural e íntimo, sin renunciar a la intervención médica en aquellos casos que el parto se complique y corra riesgo la seguridad de la madre o el bebé", explica el jefe del Servicio Obstetricia y Ginecología del Hospital Sanitas La Zarzuela, Ignacio Cristóbal.
Y es que, con el nuevo protocolo, la paciente es informada de las opciones disponibles para la toma de decisiones conjunta con el equipo de profesionales encargado de su cuidado. "Necesitamos conocer sus expectativas y preferencias para acompañarla en el proceso de parto, atender sus necesidades y respetar la forma en la que prefiere vivir el nacimiento de su bebé" Cristóbal.
De esta forma, la mujer elige sobre cuestiones como el ambiente, los medios para aliviar el dolor o el proceso a seguir en los periodos del parto como dilatación, expulsivo y alumbramiento. Además, para crear un clima íntimo y cercano, Sanitas Hospitales ofrece espacios adaptados, con salas de dilatación individuales que permiten a la paciente estar acompañada por la persona elegida.
El objetivo es recrear una atmósfera cercana y tranquilizadora donde la mujer también puede usar ropa personal, poner música o llevar otros efectos personales que le ayuden durante el parto. Asimismo, el bienestar fetal es comprobado con monitorización continua que permite controlar las constantes del bebe y las contracciones. Para no limitar la movilidad de la madre, las salas están equipadas con equipos de monitorización inalámbricos.
ALIVIO Y CONTROL DEL DOLOR
Por lo que se refiere al alivio y control del dolor, se puede recurrir a métodos farmacológicos y no farmacológicos. Entre los farmacológicos se encuentra el óxido nitroso, gas de efecto analgésico, y la anestesia epidural.
"Podemos además considerar la aplicación de la anestesia epidural sin bloqueo motor para que la paciente pueda moverse en la dilatación y adoptar la postura más cómoda" destaca este experto. En cuanto a los métodos no farmacológicos, existen diversos recursos de apoyo psicológico y físico como masajes, estimulación de la piel o contrastes de frío y calor.
Con esta técnica se limita también el número de tactos vaginales a los mínimos imprescindibles. Y es que, según indica Cristóbal, el empleo de la oxitocina, fármaco para incrementar la frecuencia, el ritmo y la intensidad de las contracciones, se "limitará a los casos de necesidad". No obstante, añade que si el proceso del parto es adecuado no se considerará necesaria.
BEBER LÍQUIDOS SUAVES
Asimismo, beber líquidos suaves y no permanecer necesariamente acostada, sino moverse y adoptar cualquier posición en la que la mujer se encuentre cómoda son otras de las recomendaciones para la fase de dilatación. Estas dos sugerencias se mantienen en la fase de expulsivo, cuando la dilatación se ha completado y la cabeza del bebé se sitúa al final del canal del parto.
De esta forma, llegado el momento el parto humanizado favorece realizar el pujo de forma espontánea. Además, en el caso de las mujeres con epidural que no perciban la sensación de pujo ni las contracciones, el equipo médico indica cuándo deben empujar. Sin embargo, la práctica de la episiotomía, corte quirúrgico que permite ampliar el canal de parto, se restringe únicamente a aquellos casos que lo precisen.
Una vez que ha nacido el bebe, el parto humanizado evita la separación de madre e hijo. "Si es posible, hay que mantener el contacto piel con piel tanto tiempo como la madre y el bebé necesiten. Los cuidados rutinarios postnatales del bebé como pesar, administrar pomada oftálmica, vitamina K o vacuna antihepatitis deben de realizarse a continuación", explica Cristóbal, tras recalcar que, incluso, "en el caso de cesáreas es posible el contacto piel con piel o en partos más complejos se puede valorar la lactancia en la primera hora de vida".
Este protocolo de parto humanizado, que está ya en marcha en el Hospital Sanitas La Zarzuela, está dirigido a mujeres que no presenten ningún riesgo obstétrico, por lo que no está indicado, entre otros casos, para aquellas pacientes que padecen patologías como tensión arterial alta o diabetes o precisan cesárea o la inducción del parto.