Sanitas Hospitales incorpora la hipotermia para tratar a recién nacidos afectados por falta de oxígeno

Actualizado: miércoles, 30 enero 2013 15:45

MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Hospital Sanitas La Moraleja ha incorporado la hipotermia neonatal, único tratamiento efectivo en la actualidad para disminuir el daño neurológico y mejorar la supervivencia de los recién nacidos afectados por una insuficiencia de oxígeno.

La hipotermia consiste en la reducción inducida de la temperatura corporal del neonato a los 33 o 34 grados durante 48 y 72 horas. "Con el enfriamiento se reduce el metabolismo cerebral, el consumo energético y se frenan los daños neurológicos desencadenados por una falta de oxígeno", ha explicado el jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Sanitas La Moraleja, José Jiménez.

En este sentido, el experto ha informado de que esta técnica debe llevarse a cabo dentro de las primeras seis horas de vida para que resulte efectiva. Por tanto, su uso permite actuar con la urgencia requerida en estos casos evitando que el bebé tenga que ser trasladado a otro centro.

Y es que, la falta de oxígeno al nacer sigue siendo una de las principales causas de mortalidad y discapacidad en la infancia. Esta insuficiencia afecta a todos los órganos y sistemas en diverso grado pero es en el sistema nervioso donde se produce el daño más relevante en cuanto a secuelas e índice de mortalidad.

Asimismo, las complicaciones dependerán del tiempo que el bebé se haya visto privado de oxígeno y de la rapidez con la que se actúe. "Entre los síntomas que delatan que se ha producido un episodio de estas características podemos observar dificultades para respirar; lentitud del ritmo cardiaco; alteraciones en la capacidad de despertar y mantener la vigilia; falta de respuesta a los estímulos; flacidez muscular o aparición de convulsiones", ha apuntado Jimenez.

Además, la manifestación clínica más característica se engloba bajo el término encefalopatía hipóxica-isquémica que afecta aproximadamente a uno de cada 1.000 recién nacidos a término. En caso de encefalopatía moderada, el riesgo de muerte es del 10 por ciento y un 30 por ciento de los bebés que sobreviven padece déficits neurológicos permanentes.

En caso de encefalopatía grave el índice de mortalidad aumenta hasta el 60 por ciento y casi todos los supervivientes padecen secuelas graves. Entre otras consecuencias, entre el 6 por ciento y el 23 por ciento de los casos de parálisis cerebral en recién nacidos son atribuibles a la encefalopatía hipóxica-isquémica.

Por tanto, aplicar la hipotermia inducida en estos pacientes reduce la mortalidad a un 40 por ciento y las lesiones neurológicas a un 19 por ciento. "Los resultados son prometedores ya que hasta hace unos años no existía ninguna terapia específica que mejorara el pronóstico en estos casos", ha zanjado Jiménez.