MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Ibermática está apostando por técnicas de inteligencia artificial para encontrar la clave de la somnolencia y así ayudar a personas con patologías del sueño a través de su Instituto de Innovación i3B.
De esta forma, sus expertos esperan "evitar situaciones de peligro" en estas personas gracias a un dispositivo de alerta termográfico. Para ello, se basan en la relación existente "entre la distribución de la temperatura corporal y los periodos del sueño", indican.
Y es que, ésta es uno de los marcadores endógenos "más estables y predecibles", ya que sigue un patrón "cuyo periodo es de 24 horas", sostienen. Con estas técnicas, los especialistas consideran que puede hallarse patrón "que determine el momento en el que una persona corre el riesgo de quedarse dormida".
Actualmente, es consabido que cuando una persona se empieza a dormir "la temperatura del centro del cuerpo se empieza a distribuir hacia afuera, hacia la piel", indican. De ahí parte el proyecto del i3B, de la Fundación Vasca de Innovación e Investigación Sanitarias (BIOEF) y de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario de Álava.
LOS SISTEMAS ACTUALES SON COMPLEJOS
Hasta ahora, la metodología más empleada era la polisomnografía, que "consiste en el registro simultáneo de variables neurofisiológicas y respiratorias", admiten. Sin embargo, su complejidad, las largas listas de espera y la falta de alternativas "hacían necesario disponer de sistemas diferentes, no invasivos, sencillos en uso y aplicables a entornos de telemedicina", subrayan.
Por ello, nace el Proyecto TSUEÑO, mediante el cual se permitirá el análisis en tiempo real, mediante cámaras de vídeo termográficas, de la temperatura en la superficie corporal y de su relación con parámetros del sueño. Además, "permite eliminar incomodidades en el paciente, aspecto muy relevante en la evaluación de alteraciones patológicas", apuntan.
En primer lugar, el i3B va a estudiar imágenes termográficas de personas con estas enfermedades, las cuales van a estar extraídas en la fase crítica en la que están a punto de dormir. Tras ello, utilizará técnicas de inteligencia artificial para tipificar un patrón de comportamiento respecto a la evolución de su temperatura corporal.
Todo esto va a traducirse en dispositivos termográficos que alertarán en los momentos de somnolencia de las personas para que éstas puedan descansar y dejar de hacer actividades que entrañen peligro debido a su estado. Así, se cumplirá el objetivo de "desarrollar y evaluar un sistema no invasivo de termografía de altas prestaciones vinculada a un software clínico para prevención, diagnóstico y tratamiento de patologías del sueño", concluyen.