NUEVA YORK (ESTADOS UNIDOS), 17 (Reuters/EP)
'Avastin' (bevacizumab), el fármaco contra el cáncer de los laboratorios Roche, puede ayudar a prevenir la ceguera en los bebés prematuros que nacen antes de que sus ojos se desarrollen completamente, el problema que afectó, por ejemplo, al cantante Stevie Wonder. Así lo demuestra un estudio realizado por la Universidad de Texas (Estados Unidos), publicado en 'The New England Journal of Medicine'.
Cerca de 50.000 personas en todo el mundo sufren ceguera por este problema, conocido como retinopatía del prematuro, por sus efectos en la retina. Este estudio ha mostrado que una sola inyección de 'Avastin' en los ojos del bebé prematuro previene la ceguera de forma más efectiva que la cirugía con láser, el método que suele utilizarse cuando se detectan signos de este problema.
Aunque serán necesarias más investigaciones para confirmar estos resultados, lo simple de esta intervención y su leve carga física para los frágiles bebés prematuros son puntos a su favor, según señala la líder de este trabajo, Helen Mintz-Hittner, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas.
La administración de la inyección "dura pocos segundos", ha señalado la investigadora. Sin embargo, la cirugía láser que se empleaba para este problema hasta el momento requiere un equipamiento especial y el uso tanto de sedación como un tubo para respirar. "Es el mayor retroceso clínico para un bebé cuyo tubo debería ser retirado", añade Mintz-Hittner.
'Avastin' está aprobado por las autoridades del medicamento de Estados Unidos (FDA, en inglés) para varios tipos de cáncer, incluidos el de colon metastásico.
En este estudio, 150 niños prematuros fueron divididos en grupos, uno que tratados con inyección de 'Avastin' y otros con láser. Todos presentaban daños importantes en la retira, en el lugar más próximo al nervio óptico, que se encarga de llevar información desde el ojo hasta el cerebro.
Entre los 75 niños que recibieron 'Avastin' y cuyo daño se situaba en la zona de la retira más próxima al nervio óptico, el 6 por ciento tuvo una recurrencia de la retinopatía del prematuro, en comparación con el 42 por ciento tratado con láser.
Para Mintz-Hittner, estos descubrimientos son especialmente importantes en países donde sobreviven más niños prematuros, pero no se puede prevenir que los recién nacidos se vean expuestos a demasiado oxígeno, lo que ayuda a la enfermedad. "Pienso que esto será aceptado bastante rápido y por mucha gente", concluye.