MADRID 6 May. (EUROPA PRESS) -
Practicar actividad física durante la juventud aumenta la densidad de los huesos y su talla, lo que reduce el riesgo de sufrir osteoporosis en la edad adulta, según ha revelado un estudio de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Goteburgo (Suecia).
Para realizar esta tesis, los investigadores examinaron los huesos de unos 3.200 hombres y sus hábitos de ejercicio. De ellos, cerca de 2.300 varones de unos 18 años fueron seleccionados y randomizados para observar los huesos de sus talones. El hueso del talón es particularmente útil para estudiar si una persona ha realizado ejercicio y su impacto en los huesos, ya que con la actividad física se carga allí todo el peso del cuerpo.
Según explica Martin Nilsson, fisioterapeuta, estudiante de doctorado del Instituto de Medicina y autor del estudio, "en este grupo, encontramos que aquellos hombres que practicaron deporte activamente, e incluso aquellos que solían practicarlo, tenían mayor densidad ósea que aquellos que no habían practicado nunca ningún deporte"
Estos investigadores miraron también la densidad ósea y la estructura de la tibia y el peroné --la parte baja de la pierna-- en cerca de 360 varones de 19 años, que previamente habían practicado deporte pero que, en ese momento, habían dejado de entrenar. Descubrieron que los hombres que habían dejado el deporten más de seis años antes tenían todavía más grandes y gruesos la tibia y el peroné que aquellos que no habían hecho deporte nunca.
Dice Nilsson que estos resultados "son particularmente importantes, porque sabemos que los huesos que presentan una gran circunferencia son más duraderos y resistentes a las fracturas que los huesos más estrechos".
Asimismo, los investigadores estudiaron la densidad oóseade todo el cuerpo en cerca de 500 individuos de 75 años seleccionados y randomizados. Aquellos que practicaron deportes de competición tres o más veces a la semana en algún momento entre los 10 y los 30 años tenían una mayor densidad oóseaen varias partes de su cuerpo que aquellos que no lo hicieron.
Así, los investigadores concluyeron diciendo que existen un vínculo entre el ejercicio practicado en la juventud y la densidad y la talla de los huesos de un individuo. La conexión es incluso más fuerte si se tiene en cuenta el tipo de deporte practicado.
"Los huesos responden mejor en la juventud y, si se entrena y se cargan con peso durante estos años, esto tiene un efecto estimulante en su propio desarrollo (...) Esto puede ser importante para la fuerza de los huesos cuando pasan los años, reduciendo el riesgo de que estos individuos sufran fracturas oóseas, concluyó.