El ejercicio intensivo podría prevenir el envejecimiento cardiovascular

Hombre levantando pesas ejercicio deporte gimnasio
EP
Actualizado: martes, 1 diciembre 2009 11:15

MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ejercicio intensivo evita que se acorten los telómeros, los extremos de ADN que cierran los cromosomas y protegen sus terminaciones de los daños, un efecto protector frente al envejecimiento del sistema cardiovascular, según un estudio de la Universidad Saarland en Hamburgo (Alemania) que se publica en la revista 'Circulation: Journal of the American Heart Association'.

Los investigadores midieron la longitud de los telómeros en las muestras de sangre de dos grupos de atletas profesionales y dos grupos de no fumadores sanos pero que no realizaban ejercicio con regularidad.

El mecanismo de acortamiento de los telómeros limita a las células a un número fijo de divisiones y puede considerarse un 'reloj biológico'. El acortamiento gradual de los telómeros a través de las divisiones celulares conduce al envejecimiento en el nivel celular y podría limitar su vida útil. Cuando los telómeros se vuelven demasiado cortos la célula muere.

Según explica Ulrich Laufs, director de la investigación, el descubrimiento más significativo de este estudio es que el ejercicio físico de los atletas profesionales conduce a la activación de la importante enzima telomerasa y estabiliza los telómeros.

"Esta es una evidencia directa de un efecto anti-envejecimiento del ejercicio físico. El ejercicio físico podría prevenir el envejecimiento del sistema cardiovascular, reflejando este principio molecular", señala Laufs. Los telómeros se vuelven más cortos con cada división celular y cuando se agotan, la célula muere. Los telómeros cortos limitan el número de divisiones celulares.

En el estudio los investigadores analizaron a 32 corredores profesionales con una media de 20 años del equipo nacional alemán de atletismo. La distancia media que corrían a la semana era de 73 kilómetros.

Los investigadores compararon a los atletas profesionales jóvenes con atletas de mediana edad con antecedentes de ejercicio continuo de resistencia desde la juventud. Su edad media era de 51 años y su distancia media era de 80 kilómetros por semana.

Los dos grupos fueron evaluados frente a atletas no entrenados que eran no fumadores sanos pero que no realizaban ejercicio de forma regular y que fueron emparejados por edad con los atletas profesionales. El nivel de estado físico de los atletas era superior al de los individuos no entrenados. Los atletas tenían una tasa cardiaca en descanso más baja, menor presión sanguínea e índice de masa corporal y un perfil de colesterol más favorable.

El ejercicio a largo plazo activa la telomerasa y reduce el acortamiento de los telómeros en los leucocitos humanos. La pérdida de telómeros dependiente del envejecimiento fue menor en los atletas que habían realizado ejercicios de resistencia durante varias décadas.

"Nuestros datos mejoran la comprensión molecular de los efectos protectores del ejercicio sobre las paredes de los vasos sanguíneos y subraya la potencia del ejercicio físico para reducir el impacto de la enfermedad asociada al envejecimiento", concluye Laufs.