NUEVA YORK, 4 Ene. (Reuters/EP) -
Un tercio de las personas que se someten a una tomografía computarizada (TAC) --un escáner para obtener la imagen de una sección interna del cuerpo -- desconoce la radiación que emite sobre su organismo, según estudio norteamericano, publicado en 'JAMA Internal Medicine'.
La autora principal del estudio, Janet Busey, ha explicado que, desde sus primeros estudios, comprobó que muchos pacientes no conocían apenas las consecuencias de este tipo de escáner. Después, realizó una encuesta a 235 personas que iban a someterse a esta prueba para chequear una parte de su cuerpo.
Tras ello, observó que dos tercios de los pacientes creían que su revisión era necesaria y beneficiosa para su salud, y el 84 por ciento aseguró que sus médicos le habían explicado el motivo de la exploración.
Otras dos terceras partes de los pacientes comprendieron que este tipo de escáner incluía radiación y, en general, pocos pacientes estaban preocupados por las exploraciones o el vínculo entre la exposición a la radiación y el cáncer.
Los investigadores encontraron también que solo uno de cada 20 pacientes creía que este tipo de escáner incrementaría sus posibilidades de desarrollar cáncer.
"Está claro que el escáner salva vidas", ha subrayado Busey, quien procede de la Universidad de Washington (Estados Unidos), al tiempo que ha asegurado que, normalmente, los beneficios normalmente superan los riesgos.
Por ello, esta experta ha apostado porque los médicos comuniquen mejor a los pacientes los riesgos y beneficios de los test, "incluyendo la radiación a la que se someten".
"Es realmente el trabajo de un médico que le explique al paciente cuáles son los riesgos y los beneficios, A veces tenemos que hacer un mejor trabajo", ha insistido, por su parte, la doctora Angela Mills, investigadora de Medicina de Emergencia, quien ha estudiado los riesgos de radiación en el Hospital de la Universidad de Pennsylvania en Filadelfia (Estados Unidos).
Un estudio del Instituto Nacional del Cáncer estima que habrá unos 29.000 cánceres futuros relacionados con tomografías computarizadas realizadas en 2007.