MADRID 14 Ene. (Reuters/EP) -
El cardiólogo de la Escuela David Geffen de Medicina de la Universidad de Carolina en los Ángeles (Estados Unidos), Gregg Fonarow, ha destacado la necesidad de que los servicios de emergencias médicas cambien su estrategia para llevar rápidamente a los pacientes con infarto agudo de miocardio al centro que esté mejor dotado y que, por tanto, cuente con un 'stent-ready'.
Desde el año 2008, un programa estatal de Carolina del Norte ha animado a los paramédicos a que trasladen a la gente con un infarto agudo de miocardio directamente a los hospitales que pueden realizar este procedimiento, en lugar de a otro centro para su evaluación y transferencia.
De hecho, según ha asegurado Fonarow, alrededor de una cuarta parte de los hospitales de Estados Unidos están equipados para realizar procedimientos de 'stent'.
Por este motivo, el doctor Emil Fosbol, del Centro del Corazón del Hospital Universitario de Copenhague en Dinamarca y colegas de Carolina del Norte, han analizado los datos de cerca de 1.300 pacientes con infarto agudo de miocardio tratados en el estado desde el 2008 hasta el 2010.
Esta investigación, publicada en la revista 'Circulation', ha mostrado que algo menos de dos tercios de esas personas fueron transportadas directamente a un centro de 'stent-ready', y el resto a un hospital cercano que no hizo las cirugías.
Asimismo, de las personas que fueron directamente a un hospital de 'stent-ready', el 46 por ciento tuvo una cirugía para abrir las arterias dentro de los primeros 90 minutos tras ser vistos por los paramédicos, según lo recomendado por la Asociación Americana del Corazón.
No obstante, menos del 22 por ciento de los enviados a un hospital que no contaba con un 'stent' fueron sometidos a una cirugía de dos horas. Ahora bien, después de analizar las características de los pacientes, no hubo diferencia en el número de personas que probablemente iban a morir.