Relacionan el consumo moderado de alcohol con un menor riesgo de insuficiencia cardiaca

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Actualizado: viernes, 6 febrero 2015 18:50

NUEVA YORK, 6 Feb. (Reuters/EP) -

   Investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, Estados Unidos, han publicado los resultados de un nuevo estudio que sugiere que el consumo moderado de alcohol, que podría equivaler a siete bebidas a la semana, puede reducir el riesgo de insuficiencia cardiaca a largo plazo en comparación con quienes no beben.

   El trabajo, que aparece publicado en la revista 'European Heart Journal', se ha basado en la observación de un grupo de personas de mediana edad a largo plazo por lo que no puede demostrar las causas de este posible efecto protector.

   Además, los autores precisan que el consumo excesivo puede aumentar el riesgo de muertes prematuras, al tiempo que advierten de que estos posibles efectos en la reducción del riesgo no tienen validez para quienes ya sufren una insuficiencia cardiaca, en quienes el alcohol está desaconsejado.

   "No sabemos si el alcohol tiene un efecto protector o si las personas que beben un poco podrían hacer otras cosas que podrían estar contribuyendo a mejorar salud", ha reconocido Scott Solomon, autor principal del estudio.

   Aunque investigaciones previas ya han mostrado una relación entre la ingesta leve o moderada de alcohol y un menor riesgo de enfermedades coronarias como los infartos de miocardio, Solomon y su equipo querían saber si estos beneficios podían extenderse a la insuficiencia cardiaca, "incluso en pacientes que no han sufrido un infarto".

   Para establecer qué puede considerarse un consumo moderado de alcohol, los autores acordaron que podía fijarse en cerca de siete bebidas a la semana, teniendo en cuenta que cada unidad tiene 14 gramos de alcohol, lo que equivale a 0,36 litros de cerveza, 0,14 de vino o apenas 0,04 de un licor de más gradación.

   Los investigadores utilizaron datos de un amplio estudio sobre arteroesclerosis iniciado en 1987 en el que participaron 14.629 adultos de 4 a 64 años. El 61 por ciento de los participantes no bebían nunca, aunque el 19 por ciento sí que lo habían hecho en el pasado; alrededor del 25 por ciento solían tomar unas 7 bebidas por semana; el 8 por ciento de siete a 14 bebidas a la semana; el 3 por ciento entre 14 y 21 bebidas por semana, y otro 3 por ciento más de 21.

   De este modo, vieron que los hombres que consumían hasta 14 bebidas por semana era un 20 por ciento menos propensos que los abstemios a desarrollar insuficiencia cardiaca, mientras que las mujeres que bebían hasta 7 copas por semana eran un 16 por ciento menos propensas.

REDUCCIÓN MODESTA

   "Si estuviéramos hablando de un medicamento parecería que es una reducción modesta", según ha reconocido Salomon, que de hecho reconoce que el porcentaje de las mujeres no es significativo y puede estar condicionado por otros factores como el tamaño corporal y la capacidad para metabolizar el alcohol.

   Además, el estudio demostró que hubo más hombres y mujeres que desarrollaron insuficiencia cardiaca entre los exbebedores, en comparación con aquellos que nunca habían bebido, y aquellos que consumían más de 21 bebidas a la semana tenían más probabilidades de morir por otras causas que los que no beben mucho.

   "La decisión de dejar de beber no puede ser al azar, puede estar influenciada por otros factores que podrían estar relacionados con el riesgo de la enfermedad", dijo Solomon.

   De hecho, los investigadores creen que si se tuvieran en cuenta otros factores como la edad, la educación, el índice de masa corporal, el tabaquismo, el colesterol y la presión arterial alta, se podría corroborar como el alcohol no es lo que protege de la insuficiencia cardíaca.

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