MADRID, 25 Mar. (Reuters/EP) -
Realizar un menor número de controles de la presión arterial podría evitar falsos positivos de hipertensión, según ha evidenciado una investigación realizada por la Clínica Mayo (Estados Unidos) y publicada por la revista 'Annals of Family Medicine'.
En concreto, este trabajo demuestra que la práctica actual de realizar esta prueba en cada visita al médico, y que deriva en varias pruebas anuales, "puede dar lugar a casos de personas erróneamente diagnosticadas e innecesariamente tratadas". Para los científicos, es suficiente con una evaluación anual.
A esta conclusión han llegado los expertos tras estudiar las historias clínicas de más de 400 pacientes asistidos en el último lustros. En esta investigación han constatado también que la medición de la presión arterial se hace "a menudo" sin seguir el procedimiento adecuado.
Así lo explica el miembro de este centro sanitario norteamericano y autor principal del estudio, el doctor Gregory Garrison, que añade que las lecturas "pueden ser muy inexactas y llevar a erróneos diagnósticos de hipertensión". A su juicio, los repetidos controles generan ansiedad en el paciente, lo que provoca falsos positivos en la detección.
ELIMINARÍA CASI EL 50% DE LOS FALSOS POSITIVOS
El experto apuesta por la reducción en el numero de evaluaciones por paciente, algo que "eliminaría a casi la mitad de los falsos positivos". Sin embargo, sostiene que es importante que ésta se haga de manera rigurosa, esto es "con el paciente sentado, el brazo apoyado y después de un período de cinco minutos de reposo", explica.
Contrario a estos resultados se muestra el jefe de Medicina Preventiva del Veterans Affairs Medical Center de Memphis (Estados Unidos), el doctor William Cushman, que subraya que si no se hacen pruebas periódicas, podrían dejar de identificarse algunos casos, algo que generaría "un problema más grande".
En este sentido, explica que los pacientes de alto riesgo con hipertensión arterial "puede comenzar a ver beneficios tras seis meses o un año de tratamiento, por lo que esperar doce meses entre las pruebas "podría tener consecuencias para algunos". Además, Garrison reconoce que la hipertensión "es una enfermedad que se desarrolla lentamente".