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NUEVA YORK, 23 Ago. (Reuters/EP) -
Un estudio del Centro de Investigación en Prevención de Stanford, Estados Unidos, ha revelado que los pacientes atendidos en hospitales psiquiátricos que participan en programas de deshabituación tabáquica tienen más probabilidades de dejar el tabaco después de 18 meses. Además, este abandono tabáquico también se asocia a un menor riesgo de volver a estos centros.
"Es un hallazgo nuevo y necesita ser refutado, pero estamos muy contentos de ver que no les causa ningún daño y que incluso puede beneficiarles en su recuperación", dijo Judith Prochaska, autora principal del estudio, publicado en la revista 'American Journal of Public Health'.
Las personas que padecen algún tipo de trastorno mental suelen ser entre dos y cuatro veces más propensas a fumar en comparación con la población general. Algo que, junto a su propia enfermedad, contribuye a que su esperanza de vida sea cerca de 25 años menor a la del resto de la población.
La mayoría de los hospitales de Estados Unidos prohibieron fumar a partir de 1993, pero los autores del estudio estiman que al menos la mitad de las unidades psiquiátricas siguen permitiendo fumar y vender tabaco.
Sin embargo, y a pesar de que en determinados pacientes puede ser recomendable que no abandonen el tabaco, Prochaska y su equipo comenzaron a reclutar fumadores para su estudio en la unidad hospitalaria de Psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) para preguntarles si querían participan en un programa de deshabituación tabáquica.
Entre 2006 y 2008 se reclutaron un total de 224 pacientes de más de 18 años, que fumaban al menos cinco cigarrillos diarios antes de su hospitalización. Los diagnósticos psiquiátricos más frecuentes fueron depresión y esquizofrenia.
Los investigadores asignaron aleatoriamente a 111 de los participantes a un programa de cuidados rutinarios de la propia unidad psiquiátrica, y los 113 pacientes restantes iniciaron la terapia para dejar de fumar, consistente en la admisión de la propia terapia, ejercicios telemáticos, consejos y el uso de parches de nicotina durante seis meses desde su alta hospitalaria.
Después de tres meses, el 3 por ciento del grupo que participó en el programa de atención rutinaria no había fumado un cigarrillo en siete días, en comparación con el 14 por ciento de los que pasaron por el programa para dejar de fumar.
Y a los 18 meses, aproximadamente el 8 por ciento de los pacientes del primer grupo seguían sin fumar, frente al 20 por ciento de los que participaron en el programa de deshabituación, una tasa de éxito importante si se tiene en cuenta que en personas sin trastornos mentales es del 25 por ciento.
Además, Prochaska y su equipo también encontraron que los pacientes que no participaron en los programas para dejar de fumar eran casi dos veces más propensos de volver a ser ingresados por su trastorno psiquiátrico.
"Es un hallazgo muy importante, ya que muestra a los hospitales psiquiátricos que pueden hacer frente a algo con lo que han sido permisivos durante mucho tiempo", ha apuntado Nancy Rigotti, profesora de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston.