EE.UU producirá tejidos para la reconstrucción craneofacial de ex combatientes

Actualizado: viernes, 18 abril 2008 14:56
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   WASHINGTON, 18 Abr. (OTR/PRESS) -


   Estados Unidos presume de contar con las fuerzas armadas más sofisticadas del mundo en tecnología y equipamiento.

Pero ahora, el Pentágono está decidido igualmente a disponer de lo último en medicina regenerativa para el tratamiento de los miles de soldados heridos en Irak y Afganistán.

   El departamento de Defensa ha creado un consorcio con la Universidad Rice y el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston para encabezar el desarrollo de nuevas técnicas que permitan la producción rápida y a gran escala de tejido óseo para la reconstrucción craneofacial de una parte de los miles de soldados heridos en los conflictos que Estados Unidos sostiene actualmente en Asia.

   Este proyecto forma parte de un programa de 250 millones de dólares dirigido a la rápida aplicación de las últimas técnicas en medicina regenerativa al tratamiento de los soldados heridos. Para ello, el Pentágono ha creado el Instituto de Medicina Regenerativa de las Fuerzas Armadas (AFIRM), en el que los dos centros médicos civiles referidos trabajarán codo con codo con el Instituto de Investigación Quirúrgica del Ejército, ubicado en Fort Sam Houston, en San Antonio (Texas).

   El bioingeniero de Rice Antonios Mikos y el cirujano de la Universidad de Texas Mark Wong recibirán dos millones de dólares en los próximos cinco años para desarrollar nuevas técnicas de fabricación de tejidos, reconstrucción quirúrgica y nuevos fármacos que puedan ayudar a la reconstrucción del rostro de los soldados heridos que hayan sufrido graves daños.

   La fabricación de tejidos es una disciplina biomédica emergente que está dirigida a proporcionar de forma rápida tejidos humanos de huesos, cartílagos o piel que puedan ser quirúrgicamente transplantados sin riesgo de rechazo. Los científicos utilizan a menudo células del propio paciente como base para producir nuevo tejido, colocándolos sobre plantillas biodegradables y estimulando su desarrollo con procedimientos químicos.

   NUEVAS OREJAS Y NARICES A PARTIR DE CELULAS DEL PROPIO PACIENTE

   La tecnología que planea investigar este nuevo consorcio inclñirá el uso de biopolímeros como matrices para la regeneración de tejidos y el desarrollo de diferentes fáramcos para prevenir infecciones y acelerar la cura de las heridas. Algunos de los proyectos más innovadores en este campo prevén incluso la reconstrucción de apéndices perdidos tales como orejas y narices.

   Lo normal es que estos avances en laboratorio tardasen años en llegar a la práctica clínica. El profesor Mikos considera que "es vital que bioingenieros y médicos trabajen estrechamente en cada estadio de la investigación para afinar una tecnología que pueda ser trasladada rápidamente a los pacientes", según declaraciones recogidas por otr/press en la web de la Rice University.