NUEVA YORK, 13 Ago. (Reuters/EP) -
Investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard en Boston, Estados Unidos, aseguran que las horas de ejercicio físico en la escuela no hacen que los niños se vuelvan menos activos cuando llegan a casa, tras concluir un estudio cuyos resultados publica la revista 'American Journal of Preventive Medicine'.
Ante el progresivo incremento del sedentarismo y la obesidad infantil, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en sus siglas en inglés) recomiendan que los niños tengan al menos una hora de ejercicio físico diario, algo que actualmente sólo cumplen un tercio de la población infantil de este país.
No obstante, hay algunas investigaciones previas que sugerían que los niños no suelen dosificar su energía, por lo que ampliar el horario de educación física en la escuela no ayudaría a aumentar su actividad, sino a concentrarla toda en un determinado momento y luego al llegar a casa se volverían más pasivos.
Para ver si esto era realmente así, analizaron los datos de un gran estudio realizado en niños para analizar indicadores de salud y calidad de vida. La novedad del estudio, en el que participaron 2.548 menores, es que durante una semana llevaron incorporado un dispositivo que medía la duración e intensidad de su actividad.
De media diaria, los niños de 6 a 11 años estaban 86 minutos con una actividad de moderada a alta, de los cuales 37 tenían lugar en la escuela. En el caso de los niños de 12 a 19 años, el tiempo de actividad física se reducía a algo menos de la mitad, 41 minutos de media, de los cuales 18 solían contabilizarse durante su jornada escolar.
De este modo, según ha explicado el autor de la investigación, Michael Long, por cada minuto diario de ejercicio en la escuela solían dedicar algo más de un minuto extra fuera. Algo que, añade, confirma que no compensan el ejercicio realizado con un posterior descanso.