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MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad de Iowa en Estados Unidos han identificado la parte del cerebro que produce en las personas la sensación de miedo. El descubrimiento, que se publica en la revista 'Current Biology', podría mejorar el tratamiento del trastorno de estrés postraumático y otros trastornos de ansiedad.
Los autores del estudio investigaban cómo la emoción del miedo depende de una región con forma de almendra denominada amígdala. El paciente del caso de estudio tenía un raro trastorno que destruyó su amígdala y que le impedía sentir miedo ante estímulos como casas encantadas, serpientes, arañas, películas de terror incluso experiencias traumáticas de su vida que la pusieron en peligro.
El estudio confirma por primera vez que esta parte del cerebro es necesaria para desencadenar un estado de miedo en los humanos, aunque en los pasados 50 años se ha mostrado que tiene un papel clave en las reacciones de miedo en animales desde ratas a monos.
Daniel Tranel, responsable del estudio, señala que el descubrimiento podría conducir a nuevas intervenciones en el trastorno de estrés postraumático y los trastornos de ansiedad relacionados.
En el estudio, los investigadores observaron y registraron las respuestas del paciente durante la exposición a serpientes y arañas, durante una visita a una de las casas encantadas más aterradoras del mundo y mientras veía películas de miedo. El trabajo también midió la experiencia de miedo del paciente con un gran número de cuestionarios estandarizados que probaban diferentes aspectos del miedo, desde el miedo a la muerte al miedo a hablar en público. Además, durante un periodo de tres meses el paciente llevó un diario emocional informático en el que tasaba de forma aleatoria su nivel de miedo a lo largo del día.
En todos los casos el paciente fue incapaz de sentir miedo y además, a diario se encontraba con numerosos episodios traumáticos que habían amenazado su vida pero que no le habían causado miedo.
"En conjunto, estos descubrimientos sugieren que la amígdala humana es un área clave del cerebro para desencadenar un estado de miedo. Aunque el paciente puede sentir otras emociones como felicidad o tristeza, es incapaz de sentir miedo. Esto sugiere que el cerebro está organizado de tal forma que una región específica está especializada en el procesamiento de una emoción concreta: el miedo", explica Justin Feinstein, director del estudio.
Feinstein añade que sin la amígdala desaparece la alarma del cerebro que nos lleva a evitar el peligro y apunta que el paciente se aproxima a aquello que debería evitar pero con total conocimiento de que debería evitar estas cosas. "Es bastante destacable que siga vivo", concluye el investigador.