Expertos crean un programa para enseñar a los pediatras a derivar adecuadamente a los niños con escoliosis

Actualizado: martes, 19 febrero 2013 12:35

MADRID, 19 Feb. (Reuters/EP) -

Un grupo de investigadores de los Servicios Preventivos de los Estados Unidos ha elaborado un programa con el fin de enseñar a los pediatras a derivar adecuadamente a los especialistas a aquellos niños que sufren escoliosis.

Se trata de una enfermedad que afecta al 3 por ciento de los niños y que, en los casos leves, sólo necesitan ser supervisados por un médico, en los casos más severos requieren utilizar un corsé para la espalda y, en aquellos cuya escoliosis es extrema, necesitan someterse a una operación quirúrgica.

Ahora bien, estos expertos, cuya investigación ha sido publicada en la revista 'Pediatrics', han comprobado que en muchas ocasiones el cribado rutinario que se hace a los jóvenes para detectar la escoliosis lleva a refuerzos "innecesarios" y los daños que se producen son "mayores" que los beneficios obtenidos para la detección.

Además, en algunos casos los investigadores han comprobado que se realizan estas pruebas a pacientes que todavía no la necesitan debido a la lenta evolución de la enfermedad.

En concreto, tras analizar la 'Organización de la Infancia' --grupo de 72 consultorios médicos afiliados con el Hospital de Niños de Boston--, este grupo de expertos ha mostrado que menos del 5 por ciento de los niños derivados a un especialista ortopédico ha terminado con un corsé y que, incluso, menos del 1 por ciento necesitó cirugía.

Concretamente, a mediados de 2009, los investigadores realizaron sesiones informativas para enseñar a los pediatras a derivar correctamente a estos pacientes, para lo cual les dieron herramientas que les permitían decidir qué niños debían ser valorados por un especialista y cuáles no.

Así, dos años después, los expertos comprobaron que con este programa se había reducido el número de estas visitas. De hecho, si dos años antes de realizar el programa había 5 visitas a especialistas por cada 1.000 niños al año, a los dos años después, había 4 visitas por cada 1.000 niños al año.

Este descenso, a juicio de los investigadores, se debe a la eficacia de este programa, por lo que han destacado la necesidad de que los profesionales médicos sean capaces de diferenciar la escoliosis de otros tipos de malformaciones.

No obstante, esta investigación ha tenido una serie de limitaciones debido a que los investigadores no han podido separar a los niños que fueron remitidos a los especialistas por pediatras, a aquellos que, desde los colegios, han sido comunicados de que podrían tener un posible caso de escoliosis.

Además, los expertos han reconocido que hubo un aumento del 13 por ciento en el número de radiografías tomadas por los pediatras para examinar las espinas de los niños después del programa.