MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los ronquidos durante el embarazo pueden ser perjudiciales para la salud del recién nacido, según un estudio del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, publicado en 'Sleep'. Así, roncar por lo menos tres días a la semana puede influir en el parto y la salud del bebé, con más riesgo de cesárea y de dar a luz bebés más pequeños.
Las roncadoras crónicas (antes y durante el embarazo) tienen dos tercios más de probabilidades de dar a lu un bebé por debajo del décimo percentil para los bebés de la misma edad gestacional (menos de 90 por ciento de los demás bebés de su misma gestación) en comparación con las no roncadoras. También registran más del doble de probabilidades de necesitar una cesárea.
El tiempo de los patrones de ronquidos también marcó una diferencia en los resultados: las roncadoras crónicas que lo hacían antes y durante el embarazo tuvieron los mayores riesgos, eran más propensas a tener bebés más pequeños y cesáreas, según el estudio, que incluyó a 1.673 embarazadas que fueron reclutados de clínicas prenatales en la UM entre 2007 y 2010, con un 35 por ciento de las mujeres que roncaban habitualmente.
El ronquido es un signo clave de la apnea obstructiva del sueño, un problema respiratorio relacionado con el sueño que puede reducir los niveles de oxígeno en la sangre durante la noche y ya se ha asociado con problemas de salud graves y costosos. Las embarazadas pueden recibir tratamiento para la apnea obstructiva del sueño con CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias), que consiste en una máquina que durante el sueño utiliza aire para mantener las vías respiratorias abiertas.
"Millones de dólares se gastan en salud partos quirúrgicos , el cuidado de los bebés que ingresan en la UCIN y el tratamiento de problemas de salud secundarios que los bebés más pequeños están en riesgo cuando se crece ",
"Si podemos identificar estos riesgos durante el embarazo, se puede reducir la incidencia de bebés pequeños, cesáreas y el ingreso en a unidad de cuidados intensivos, mejorando los beneficios de salud a largo plazo para los recién nacidos y reduciendo costos", destacó la autora principal, Louise O'Brien, profesora asociada en el Centro de Trastornos del Sueño de la UM y el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la UM.