MADRID 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Centro de Diabetes Joslin en Boston (Estados Unidos) han descubierto que la distribución de la grasa en el cuerpo humano, que determina su figura y el perfil, está determinada por genes que juegan un papel decisivo en el desarrollo normal del cuerpo humano. Además, estos genes participan en procesos metabólicos y en la aparición de la obesidad.
El estudio asegura que la forma del cuerpo está vinculada con estos genes, y que, estudiándolos, se puede predecir cómo se distribuirá la grasa corporal. "Los genes le dicen al cuerpo dónde van las cosas, si delante o detrás, por lo que no es extraño que le digan también si la grasa se acumula en la tripa o en las caderas", aseguró el profesor Ronald Kahn, autor de la investigación, que ha sido publicada en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciencie's'.
La investigación se llevó a cabo conjuntamente con la Universidad Alemana de Leipzig (Alemania), y para ello se emplearon chips como herramienta para descubrir cuáles de ellos intervenían en la acumulación de grasa en el abdomen en lugar de bajo la piel. El estudio asegura, además, que la acumulación de grasas en el abdomen, que da lugar a un cuerpo cuyo perfil es "con forma de manzana", sufren mayor riesgo de diabetes y síndromes metabólicos que los que acumulan la grasa de forma más uniforme.
Los autores de la investigación compararon la configuración genética y de los órganos internos en más de 200 sujetos de ratones y posteriormente en humanos, y concluyeron que hasta 12 genes distintos jugaban un papel esencial en la distribución de la grasa, y que todos ellos intervenían en el normal desarrollo del cuerpo. Al menos tres de ellos participaban en procesos de obesidad.