MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) han descubierto que la molécula osteopontina, un mediador inflamatorio, extiende la vida de las células inmunes agresivas y por ello contribuye a la progresión de la enfermedad. Las conclusiones de la investigación, que podrían conducir a nuevos tratamientos contra la enfermedad, se publican en la edición digital de la revista 'Nature Immunology'.
Los científicos estudiaron ratones que carecían de osteopontina, en un modelo animal de recaída en la esclerosis múltiple, que desarrollan una forma menos severa de la enfermedad.
Las células inmunes autoagresivas fueron menos propensas a sobrevivir en el cerebro de los ratones deficientes de osteopontina en comparación con los de camadas normales, una observación que correlacionaba con la remisión de la enfermedad. En contraste, los ratones a los que se proporcionó osteopontina desarrollaron una forma grave de la enfermedad que finalmente les condujo a la muerte.
Los autores utilizaron esta información y mostraron que la osteopontina aumentaba el ciclo de vida de las células inmunes autoagresivas en el laboratorio, alterando la expresión de varios genes que regulan la supervivencia y división celular. Estos descubrimientos sugieren que los tratamientos que se dirijan a la osteopontina podrían beneficiar a los pacientes de esclerosis múltiple.