LONDRES, 10 Ene. (Reuters/EP) -
El investigador del Instituto de Biotecnología y Nanotecnología de la Universidad de Queensland (Australia) Mark Kendall ha diseñado un nuevo sistema de 'nanoparches', del tamaño de una yema del dedo, para administrar vacunas sin necesidad de agujas.
Después de 160 años de jeringuillas, este ingeniero biomédico parece haber dado con una nueva forma de administración para las vacunas que ya ha demostrado unos resultados "impresionantes" en los ensayos realizados en animales.
De hecho, Kendall ha logrado una beca de investigación de la farmacéutica americana Merck Sharp & Dohme (MSD) para tratar de desarrollar en los próximos tres años un dispositivo que sea eficaz en humanos.
El 'nanoparche' está diseñado para administrar una pequeña cantidad de vacuna justo debajo de la piel sin necesidad de pinchazos, logrando que el compuesto genere la misma respuesta inmune que una vacuna convencional con sólo una fracción de la dosis necesaria.
Esto es posible gracias a que utiliza una vacuna "en forma seca", que no necesita refrigeración para su mantenimiento ni personal sanitario cualificado para administrarla.
De hecho, Kendall considera que ambos factores son los que han impedido que muchas vacunas puedan llegar a países en desarrollo.
Esta nueva vía de administración ya ha sido probada en ratones con diferentes vacunas, como la de la gripe, la del virus del papiloma humano (VPH) o la de la enfermedad del Chikungunya.
"Hemos demostrado que se necesita sólo una pequeña fracción de la dosis, tal vez cien veces menos, para obtener la misma respuesta inmune", ha aseverado Kendall.
Además, otras ventajas de estos 'nanoparches' es que estaría libre de dolor, su desarrollo sería barato (menos de un dolar por dosis, en comparación con los 50 que cuestan muchas vacunas ahora) y es fácil de transportar.
Pero también reconoce que hay un largo camino por recorrer para que este nuevo mecanismo llegue al mercado, ya que hay precedentes que no tuvieron mucho éxito, como la biotecnológica austríaca Intercell, ahora propiedad de Vivalis (Francia), que intentó desarrollar un parche experimental para mejorar el sistema de vacunación contra la gripe A.
Sin embargo, Kendall se justifica asegurando que esta vacuna tenía un modo muy diferente de acción, ya que debía aplicarse después de la vacunación con aguja para aumentar los efectos de ésta, mientras que su 'nanoparche' se aplica directamente.
"Esto podría cambiar el mundo de las vacunas, aunque todavía nos queda un largo camino por recorrer", ha reconocido.