MADRID 20 Feb. (Reuters/EP) -
Casi un tercio de las dosis de quimioterapia que se recetan son 'off-label', lo que significa que se prescriben fuera de sus indicaciones autorizadas, y son usadas para el tratamiento de tumores diferentes a los autorizados, según un estudio publicado en el 'Journal of Clinical Oncology'.
La investigación, dirigido por Rena Conti, un profesor asistente de la política de salud y economía en la Universidad de Chicago (EEUU), evaluó una base de datos nacional de prescripción de los médicos para cáncer, donde realizaron una estimación de las quimioterapias más comunes por vía intravenosa que se utilizaron en 2010.
En general, se observó que aproximadamente 70 por ciento de las dosis se utilizaron en línea con aprobación de la Agencia Norteamericana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés), mientras el resto utilizó para tratar cánceres donde no se había aprobado su uso.
Además, encontraron diez quimioterapias que seguían estando protegidos por patentes, y observaron cerca de 500.000 dosis de bevacizumab, aprobado para el tratamiento de cerebro, pulmón colorrectal y cáncer de riñón, y casi 53.000 dosis de azacitidina que se utiliza para tratar ciertos trastornos de la sangre.
Los investigadores también analizaron si el uso fuera de las indicaciones de la quimioterapia fue apoyado por el Consejo Nacional de Atención Integral Network (NCCN, por sus siglas en inglés), un grupo que pública sus propias directrices sobre el tratamiento del cáncer.
Así, observaron que un 14 por ciento de las quimioterapias fueron prescritas fuera de recomendación de la etiqueta, pero con el apoyo de la opinión de expertos de la NCCN, y hasta un 10 por ciento fueron prescritos sin apoyo del NCCN ni de la FDA.
Según ha señalado Conti dijo a Reuters Health, los médicos podrían seguir las directrices de las organizaciones de expertos cuando no hay datos suficientes para que la FDA tome una decisión, por ejemplo, en el caso de enfermedades raras ya que difícil llevar a cabo un ensayo clínico. Sin embargo, añade que algunos investigadores han criticado las recomendaciones del NCCN, debido a los posibles conflictos de intereses.
"No podemos hacer un juicio de si el 'off-label' es apropiado o inapropiado", ha señalado, teniendo en cuenta que la principal crítica de la prescripción 'off-label' ha sido la preocupación de que se ponga en peligro la seguridad del paciente. Asimismo, son muchos los investigadores que se han preguntado si los médicos estaban recetando los medicamentos caros y tóxicos fuera de su uso previsto.
El coste de la quimioterapia en 2010 fue de más de 8.000 millones de euros; de esos casi 4.000 millones se gastaron en quimioterapias 'off-label', y, de estos, al menos la mitad del gasto fue a parar a tratamientos que no fueron recomendados por el NCCN como uso compatible.