WASHINGTON 21 Mar. (EP/AP) -
La presencia crónica de acidez conlleva el riesgo potencial de propiciar cáncer esofágico, una enfermedad mortal que va en aumento mientras los médicos debaten sobre la mejor forma de eliminar el mal sin recurrir a una peligrosa operación quirúrgica.
Existe la noción de que millones de personas sufren de lesiones en el esófago por un severo reflujo de acidez que las coloca en un alto riesgo de cáncer esofágico, y nuevas investigaciones exploran si es posible erradicar ese daño y bloquear el cáncer antes de que aparezca.
Los médicos han detectado un aumento de seis veces del principal tipo de cáncer esofágico en las últimas dos décadas. Presentaron el diagnóstico sombrío de que sólo el 16% de los pacientes con cáncer esofágico sobrevive cinco años.
Las complicaciones para un tratamiento adecuado comienzan con los cambios que experimenta el revestimiento del esófago por la frecuente presencia de ácido estomacal. Las partes dañadas son sustituidas por células resistentes al ácido, pero proclives a desarrollar cáncer.
Esa situación es llamada esófago de Barrett y las personas que la sufren tienen al menos 30 veces más de posibilidades de desarrollar cáncer esofágico que el promedio.
El debate radica en si los médicos deben sólo realizar auscultaciones o tratar de eliminar el tejido Barrett, a fin de evitar el único remedio absoluto que es una operación que retire la parte con cáncer, pero con un elevado riesgo.
La Administración de Alimentos y Medicinas aprobó el año pasado un mecanismo que introduce un balón en el esófago para irradiar energía de radiofrecuencia a fin de fundir el tejido Barret.
El nuevo sistema forma parte de las investigaciones encabezadas por el médico V.K. Sharma, de la institución Mayo Clinic, la cual participa con otros 15 hospitales en un estudio con 120 pacientes precancerosos para evaluar la eficacia del mecanismo.
Sobre las personas que ahora sufren de acidez, los estudios muestran que sólo una fracción desarrolla la condición Barrett, pero los especialistas recomiendan acudir a un gastroenterólogo cuando ese problema se presenta con frecuencia.