El ECDC subraya la necesidad de mejorar el seguimiento y la prevención de las infecciones sexuales en Europa

Archivo - Sexo, pareja, amor
Archivo - Sexo, pareja, amor - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / PHOTOGRAPHER: ARTEM FUR
Publicado: miércoles, 4 septiembre 2024 12:55

MADRID 4 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha publicado un estudio exhaustivo que subraya la urgente necesidad de mejorar los datos de seguimiento y potenciar las intervenciones de prevención específicas sobre infecciones de transmisión sexual (ITS) en toda Europa.

El estudio proporciona estimaciones de prevalencia de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en Europa basadas en pruebas e identifica los grupos de población con mayor riesgo de contraer estas infecciones, que son los jóvenes, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH) y los profesionales del sexo.

Las ITS, que se encuentran entre las infecciones más comúnmente notificadas en todo el mundo, siguen siendo un importante reto para la salud pública en la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo (UE/EEE), donde los Estados miembros notifican anualmente alrededor de 300.000 nuevos diagnósticos de ITS bacterianas.

Sin embargo, esta cifra es una subestimación de la dimensión real de las epidemias de ITS en la UE/EEE debido a las diferencias en la cobertura de los sistemas nacionales de vigilancia y a las variaciones en las prácticas de análisis y notificación.

La revisión, que recopiló estimaciones de prevalencia de clamidia, gonorrea, sífilis y tricomoniasis en los países de la UE/EEE, identificó el impacto desproporcionado que las epidemias de ITS tienen en determinados grupos, como los jóvenes, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH) y los profesionales del sexo.

Por ejemplo, los jóvenes de entre 15 y 24 años tienen una prevalencia de clamidia y gonorrea considerablemente mayor que la población general. Las mujeres jóvenes, en particular, tienen casi el doble de prevalencia de clamidia y gonorrea que las mujeres de todas las edades.

Del mismo modo, los hombres que tienen sexo con hombres presentan tasas de prevalencia considerablemente elevadas de diversas ITS, lo que pone de relieve la necesidad de realizar esfuerzos de prevención específicos. Entre los HSH, los que viven con el VIH y los que toman profilaxis preexposición (PPrE) para el VIH tienen una mayor prevalencia de ITS bacterianas, lo que indica su vulnerabilidad a los malos resultados de salud sexual y la necesidad de un acceso fácil a las pruebas y el tratamiento.

A pesar de lo anterior, esta revisión ha establecido que faltan estimaciones recientes y metodológicamente sólidas sobre la prevalencia de las ITS en muchos países europeos. Esta carencia de datos dificulta la capacidad de comprender plenamente el alcance de la propagación de las ITS y determinar las vulnerabilidades de determinadas poblaciones.

También dificulta el desarrollo de estrategias de prevención de salud pública eficaces y específicas. La revisión también revela que determinadas poblaciones de riesgo, como los profesionales del sexo y los consumidores de drogas inyectables, están muy poco estudiadas, lo que limita aún más la capacidad de abordar sus necesidades específicas en materia de salud sexual.

Para hacer frente a estos retos, el ECDC recomienda que los países europeos refuercen su capacidad para comprender y documentar los patrones, la dinámica de transmisión y los efectos de las ITS dentro de una población. El ECDC aconseja a los países que utilicen las estimaciones de prevalencia y otros datos para aplicar medidas de prevención y control de las ITS basadas en pruebas.

Asimismo, recomienda que los Estados miembros creen estrategias nacionales para el control de las ITS, ya sea como plan independiente o como parte de una estrategia más amplia de salud sexual o VIH/ITS. Estas estrategias deben incluir educación en salud sexual, campañas de sexo seguro y promoción del preservativo, y garantizar el acceso a las pruebas, el tratamiento y la atención en salud sexual, con el apoyo de directrices basadas en la evidencia y la notificación efectiva a la pareja.

La colaboración con las organizaciones comunitarias que ofrecen servicios a las poblaciones de riesgo es importante para que los esfuerzos de control sean específicos y eficaces.