MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
El director de Obras Misionales Pontificias (OMP) en España, Anastasio Gil, ha explicado que generalmente son las congregaciones o las instituciones las que contratan pólizas de seguro para los misioneros españoles enviados al extranjero, "como cualquier otra empresa".
Gil ha señalado en declaraciones a Europa Press que contratar este tipo de seguros es una decisión "particular" de cada diócesis o asociación (en el caso de los voluntarios laicos) o de cada congregación o institución misionera (en el caso de los religiosos).
En el caso concreto de Miguel Pajares, el sacerdote español infectado por el ébola, el director de la OMP ha destacado que podría tratarse de un caso particular en el que el Estado español haya querido hacerse cargo de los gastos, aunque todavía falta por conocerse si la congregación deberá pagar parte de los costes.
En total, hay más de 13.000 misioneros españoles por el mundo y prácticamente ninguno está en el régimen de la Seguridad Social, porque son voluntarios y no hay de por medio ningún contrato laboral. En consecuencia, algunos misioneros se dan de alta en un régimen especial habilitado en el año 2004, que permite a la Seguridad Social cubrir sus gastos sanitarios.
"Estamos trabajando en una actualización de la Ley del Voluntariado para mejorar la asistencia de los misioneros y laicos voluntarios, hay que ayudar mucho para que puedan acogerse al régimen general de la Seguridad Social porque no hay un contrato laboral y, a veces, los misioneros no están atendidos", ha señalado.
No obstante, Gil ha resaltado que el pago de estos costes "es lo menos importante" y ha celebrado el regreso de Pajares. "Lo realmente importante es que tanto la congregación como la Administración del Estado hayan puesto todos los medios de su parte para esta repatriación. El asunto de quién lo tiene que pagar es desviar la atención", ha concluido.