MADRID 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Pacientes Dependientes de Opiáceos (APDO) asegura la actual crisis económica ha acentuado las diferencias entre los drogodependientes del Sistema Nacional de Salud (SNS), haciendo patente la existencia de pacientes de primera y de segunda clase y llevando a todos ellos a una "situación de abandono".
"La crisis está haciendo mella en este colectivo", según ha lamentado el presidente de esta entidad, José Carbonell, asegurando que "hay unidades de atención al drogodependiente que se están cerrando".
Además, añade que la escasez de recursos para el tratamiento de los drogodependientes, que debe hacerse desde un enfoque multidisciplinar, también es "mayor en estos periodos electorales y de crisis", lo que hace que falten psiquiatras y trabajadores sociales en los centros y que, en la mayoría de casos, el paciente no tenga opción para elegir el tratamiento en función de si está o no financiado al 100%.
Ante esta situación, desde APDO advierten a las autoridades sanitarias de que "incluso durante periodos de crisis, no pueden olvidarse que el paciente drogodependiente no es un vicioso, sino que la drogodependencia es una enfermedad crónica con recaídas, como la diabetes, el asma o las enfermedades del corazón".
"Si por un problema coyuntural esta infraestructura se reduce o desaparece dejaremos de poder ayudar a nuestros pacientes con el riesgo de que vuelvan a la calle y busquen soluciones en el mercado negro", lamenta Carbonell.
De hecho, recuerda qeu la dependencia a opiáceos está recogida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como diagnóstico médico en su documento CIE-10, en el que aparecen detalladas todas las enfermedades consideradas como tal por dicho organismo.