MADRID 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
Entre un 30 por ciento y un 50 por ciento de la población española padecerá un síncope a lo largo de su vida, además de ellos el 36 por ciento de los casos tiene un origen desconocido, sin embargo, según asegura el doctor Miguel Álvarez, del Servicio de Cardiología del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, un 62 por ciento de estos podría ser diagnosticado gracias a los nuevos Holter Subcutáneos.
"Conocer el origen del síncope es muy importante ya que éste podría tratarse del primer episodio de un problema cardiaco, de una enfermedad grave o incluso la primera manifestación de una posible muerte súbita en el futuro", señaló.
Con el objetivo de reducir al mínimo el número de síncopes sin diagnosticar, la Sociedad Europea de Cardiología recomienda en la última edición de sus guías sobre manejo del síncope la implantación de un Holter subcutáneo en una primera fase de evaluación, a aquellos pacientes de bajo riesgo con síncopes inexplicados recurrentes o en aquellos pacientes de alto riesgo que no pudieron ser diagnosticados por otras vías.
El síncope no es una patología sino un síntoma común a un gran número de enfermedades, a veces difíciles de diagnosticar, siendo en ocasiones la primera manifestación de una posible muerte súbita. La incidencia del síncope en la población general es muy elevada, pues entre el 3 por ciento y el 5 por ciento de las visitas a los Servicios de Urgencias y cerca del 3 por ciento de los ingresos hospitalarios se deben a esta causa.
Por tanto, el síncope supone un alto gasto para el sistema sanitario debido a que estos pacientes precisan frecuentemente atención sanitaria y la realización de múltiples pruebas diagnósticas con un coste-eficacia alto debido al curso cambiante de la enfermedad y por la gran variedad de etiologías.
Los Holter subcutáneos son dispositivos del tamaño de una memoria USB que, una vez colocados bajo la piel, permiten controlar la actividad cardiaca del paciente 24 horas al día, 7 días a la semana durante 3 años. De esta forma, cuando el paciente sufre un episodio de síncope, el dispositivo registra lo que está pasando en su corazón en ese momento, permitiendo el diagnóstico de una asistolia, bradicardia, taquicardia ventricular, etc.