MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
Dos millones de personas sufren problemas de discapacidad en todo el mundo a causa de la lepra, a pesar de que esta enfermedad tiene cura desde 1982, según informó hoy la ONG Anesvad, con motivo de la celebración del Día Mundial contra la Lepra, el próximo 29 de enero.
Actualmente, más del 80 por ciento de los casos nuevos detectados se concentran en la India, Brasil, Madagascar, Angola, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Mozambique, Nepal y Tanzania, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Esta ONG denuncia que la marginación social y la falta de medios son los principales factores que impiden a las personas afectadas tratar la enfermedad a tiempo. Por este motivo, Anesvad propone un enfoque integral de este problema, orientado al paciente y teniendo en cuenta sus necesidades y no considerando únicamente datos epidemiológicos y poblaciones globales.
Anesvad también señala la importancia de facilitar que las regiones con un alto índice de nuevos casos de lepra incorporen en su sistema de salud acciones dirigidas a controlar la enfermedad.
Asimismo, se prioriza el trabajo en áreas rurales remotas y con minorías étnicas y grupos de zonas urbanas degradadas, además de la mujer y la infancia.
ENFERMEDAD INFECCIOSA CRÓNICA
La lepra (también conocida como mal de Hansen) es una enfermedad infecciosa crónica que afecta fundamentalmente a la piel y al sistema nervioso Una vez contraída, los primeros síntomas consisten en una pérdida de sensibilidad y la aparición de manchas.
Posteriormente, los músculos sufren parálisis y con el tiempo se producen tumores por todo el cuerpo, la piel se arruga, se hincha y muestra una total insensibilidad al dolor y a cambios de temperatura.
Esta enfermedad, temida desde los tiempos bíblicos, llegó a Europa después de que los soldados de Alejandro Magno se lanzaran a la conquista de Oriente (siglo IV a.c.).
La lepra actúa muy lentamente, pudiendo pasar hasta diez años hasta que se producen las primeras manifestaciones, por lo que, según los expertos, es difícil determinar cuándo y dónde se contrajo.
Cuando los síntomas se agravan, aparecen parálisis, se ocasionan infecciones y puede llegar a destruirse el hueso o deformarse el rostro.
A partir de 1987, se empezó a aplicar de manera masiva el tratamiento de esta enfermedad (poliquimioterapia), lo que favorece la curación del 90 por ciento de los enfermos que lo reciben. No obstante, los expertos también destacan la importancia de la detección precoz, lo que posibilita tratar al afectado en los primeros momentos de la enfermedad, evitando que le queden secuelas físicas.