MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
Dos de cada tres fracturas vertebrales son asintomáticas y pasan inadvertidas, a pesar de que pueden producir un dolor mantenido en la zona dorsal y un encurvamiento de la columna, según explicó hoy el presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), Javier Ferrer, en el marco del 'IV GINEFORO AEEM', que se celebra mañana en Palma de Mallorca y al que asistirán alrededor de 250 ginecólogos de toda España.
De este modo, Ferrer advirtió de que estas fracturas repercuten y reducen la capacidad ventilatoria de los pulmones, de ahí que sea "fundamental que el ginecólogo las identifique. Para ello, recomendó realizar una radiografía cuando el paciente presente dolor de espalda y algún factor de riesgo de osteoporosis.
En atención a esta enfermedad, la AEEM recuerda que dos millones y medio de mujeres en España padecen osteoporosis, al tiempo que una de cada dos mujeres mayores de 50 años pueda sufrir una fractura ósea como consecuencia de esta enfermedad. El tipo de fractura que se da a una edad "más temprana, según Ferrer, se localiza en el brazo, mientras que tras los 50 las más frecuentes ya son las vertebrales.
La fractura osteoporótica "más tardía" es la de cadera, siendo más frecuente a partir de los 70 años. De hecho, una de cada tres mujeres con más de 80 años sufrirá una fractura de cadera, circunstancia que tiene un índice muy alto de mortalidad, de forma que el 24 por ciento de las personas que han padecido una fractura de cadera muere durante el año después y sólo la mitad conserva la misma capacidad de marcha que antes.
A este respecto, el profesor Ferrer hizo hincapié en que el resto deben ser "ayudadas e internadas en centros de asistencia", lo que influye también en el entorno familiar y en el social, puesto que tanto las intervenciones quirúrgicas por fracturas como la asistencia y rehabilitación comportan un importante costo sociosanitario.
REEVALUACIÓN DE LOS FACTORES DE RIESGO.
En cuanto a las medidas de prevención, Ferrer destacó que se deben adoptar desde la infancia y durante toda la vida. De ese modo, el nivel de calcio que tiene la madre durante el embarazo es "un precedente" de que la futura mujer pueda desarrollar más fácilmente osteoporosis o no. Además, se debe realizar ejercicio físico aeróbico de forma continua, no fumar, evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y café, tener una alimentación equilibrada y rica en alimentos con calcio y vitamina D, entre otras recomendaciones.
Sin embargo, hay otros factores de riesgo sobre los que no se puede intervenir, como la edad, los antecedentes familiares, ser mujer y el tipo de raza, teniendo en cuenta que la raza blanca es la que mayor índice de riesgo tiene seguida de la amarilla y la negra.
Pero además de la prevención, Ferrer señaló que es "fundamental" el diagnóstico precoz como medida preventiva frente a la aparición de una fractura. De hecho, cuanto antes se detecte el problema y lo tratemos, "más probabilidades se tienen de evitar una futura fractura".