CÓRDOBA 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Unidad de Odontoestomatología del Distrito Sanitario de Córdoba ha llevado a cabo un estudio entre 900 pacientes diagnosticados y atendidos en consulta de dolor orofacial --dolor en la cara y boca-- y de desórdenes cráneo-mandibulares, el cual ha determinado que este tipo de anomalías es más frecuente en mujeres que en hombres, además de que las personas mayores de 65 años que las sufren perciben estas patologías de forma diferente a otros grupos de edad.
De hecho, estos desórdenes suelen ser una de las principales razones por las que los pacientes que lo padecen solicitan atención dental. En concreto, se trata de una enfermedad que afecta a la zona de la mandíbula y el oído y que puede estar provocada por el estrés emocional, ya que el paciente suele aumentar la tensión en los músculos de la cabeza y del cuello, introduciendo una sobrecarga articular y muscular en la zona que provoca el dolor.
Otros factores habituales que lo desencadenan son el bruxismo --apretar y rechinar los dientes--, masticar chicle con frecuencia o morderse las uñas. La investigación se ha realizado siguiendo un protocolo clínico aprobado a nivel mundial para los pacientes que sufren dolor orofacial y de las articulaciones de la mandíbula.
Los pacientes han sido diagnosticados de este proceso mediante exploración clínica y pruebas complementarias simples como la radiografía panorámica, que recoge la imagen de los maxilares, mandíbula y los dientes, según informó hoy el distrito sanitario.
RESULTADOS DEL TRABAJO
Entre los resultados más destacados de este estudio destaca el que por cada hombre afectado de esta patología existe una media de 5,2 mujeres afectadas. Asimismo, la investigación revela que las personas mayores de 65 años sufren y perciben esta patología de forma diferente a otros grupos de edad, hasta el punto de que repercute en la cronificación e invalidez que les produce el dolor, al igual que en aspectos psicológicos que acompañan al mismo, como depresión, ansiedad y estrés.
El tratamiento que recibieron estos pacientes ha consistido, fundamentalmente, en la aplicación de técnicas de control de estrés, electroterapia, fisioterapia y, en casos muy avanzados, infiltraciones anestésicas. Dado el origen de esta patología, este abordaje se considera más efectivo que el tratamiento farmacológico.
Los resultados de esta investigación fueron presentados en el 'I Congreso Ibérico' y en el 'X Español de la Sociedad Española de Gerodontologia' celebrados en Oporto (Portugal).