BARCELONA, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una suerte de bisturí eléctrico más perfeccionado y desarrollado por cirujanos del Hospital del Mar y del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM) consigue reducir más de 10 veces las hemorragias en las resecciones de hígado, sin necesidad de transfusiones de sangre.
En declaraciones a Europa Press el investigador principal del proyecto, Fernando Burdío, ha destacado que el dispositivo ha arrojado un balance "muy positivo" en la primera fase del ensayo clínico, cuyos resultados en ocho pacientes publica la revista científica 'American Journal of Surgery'.
A través del bisturí convencional, los pacientes pierden entre 200 y 500 centímetros cúbicos, pudiendo alcanzar hasta un litro en ocasiones; mientras que a través del nuevo dispositivo --que no requiere suturas ni otros instrumentos-- la pérdida se sitúa alrededor de los 30 centímetros cúbicos.
"El bisturí permite cortar sin sangrar gracias al efecto hemoestático que desprenden ondas de radiofrecuencia", explica Burdío.
En una segunda fase, la tecnología, patentada por la Universitat de Barcelona (UB) y adquirida por la empresa Apeiron Medical en junio, se utilizará en 28 pacientes con metástasis hepática, ya sea por vía abierta como laparoscópica.
Tras experiencias también positivas para operaciones de páncreas y del bazo en animales, el investigador confía en que la herramienta entre en la fase de comercialización en 2011.
En su elaboración, este dispositivo contó con la colaboración del Fondo de Investigación Sanitaria (Fis) para la colaboración multidisciplinar de cirujanos del Hospital del Mar, expertos de la Universidad de Zaragoza e ingenieros de la Universitat Politècnica de Valencia.
BAJA EL NIVEL DE RECAÍDA DEL TUMOR
El ensayo clínico ha demostrado que utilizando este dispositivo la pérdida de sangre podía reducirse hasta los 5 centímetros cúbicos, siendo ésta prácticamente nula, y también "puede disminuir el nivel de recaída del tumor", destaca el investigador.
Burdío remarca que este nuevo bisturí evita la necesidad de hacer transfusiones, los enfermos se recuperan antes, hay menos complicaciones y la estancia hospitalaria se reduce de 11 a cinco días de media.