MADRID 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
La calidad de la dieta materna durante la gestación es fundamental en el crecimiento fetal y en los niveles de insulina y glucosa al nacer, índices que alertan de una predisposición a padecer enfermedades como la diabetes o el síndrome metabólico, según estudio liderado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y publicado en el 'European Journal of Clinical Nutrition'.
Estudios anteriores ya apuntaban que, cuando la madre ingiere insuficientes alimentos durante el embarazo, se reduce en el feto la oferta de glucosa a otros tejidos para asegurar un aporte correcto al cerebro, lo que provoca un menor crecimiento fetal. Este mecanismo adaptativo se conoce como hipótesis del fenotipo ahorrador de Barker.
"Sin embargo, son menos conocidos los efectos de un desequilibrio entre grasas, proteínas e hidratos de carbono, es decir, el efecto durante la gestación del consumo de dietas occidentales que se alejan del tipo mediterráneo", ha explicado a la plataforma SINC uno de los autores del estudio Francisco J. Sánchez-Muniz, investigador de la Universidad Complutense de Madrid.
De esta forma, el nuevo trabajo, que forma parte del Estudio Mérida --una macroinvestigación que analiza diferentes parámetros de los recién nacidos y sus madres-- revela que, cuando las gestantes asimilan cantidades adecuadas de energía, sus hijos tienen un peso normal al nacer, del orden de 3,3 a 3,5 kilogramos.
"No obstante, más de la mitad de las mujeres consumen dietas de baja calidad que aportan muchos productos de origen animal ricos en grasas saturadas y pocos hidratos de carbono procedentes de verduras o legumbres. Además, más de la tercera parte sigue un patrón lejano al de la dieta mediterránea", ha señalado Sánchez-Muniz, para quien es destacable "que las mujeres durante el embarazo no cambian la forma de comer ni la calidad de su dieta".
Con todo, "es importante" concienciar a las madres de la importancia de comer bien durante la gestación, "con dietas equilibradas de tipo mediterráneo", ha comentado este investigador. "También urge continuar los estudios en esta misma población para conocer cómo evolucionarán en el tiempo los niños y así evitar o, al menos paliar, el desarrollo de estas enfermedades de alta prevalencia en nuestra sociedad", ha señalado.