MADRID 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
El consumo habitual de comida grasienta puede debilitar el sistema inmune, según muestran los resultados de un estudio realizado por expertos de la Universidad de Gothenburg (Suecia).
Los responsables de esta investigación sometieron a ratones a una dieta basada en grasa de cerdo durante un largo periodo de tiempo, y observaron que la capacidad de los glóbulos blancos para atacar a las bacterias disminuyó. Además, observaron que un 60 por ciento de las calorías de estos ratones provenían de la grasa, en comparación con el diez por ciento de calorías de aquellos que no siguieron esta dieta.
La responsable de esta investigación, la doctorando Louise Strandberg, señaló que "la obesidad está asociada habitualmente con una inflamación que no proviene de una infección, lo que simplemente significa que las defensas inmunes se activan de forma innecesaria. Irónicamente, los ratones con una dieta rica en grasas tienen un sistema inmune menos activo cuando realmente lo necesitan", subrayó.
Además, añadió que las personas obesas tienen un mayor riesgo de padecer una infección, por ejemplo en una operación. "En ratones, el estudio muestra que es la comida grasienta y no la obesidad misma la que afecta a la habilidad para combatir la sepsis causada por las bacterias", dijo.