OVIEDO 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
A pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva que no pueden recibir un trasplante es eficaz la diálisis peritoneal, según un estudio realizado por investigadores de la Red de Investigación Renal (REDinREN) que trabajan en el HUCA. Una mínima diálisis peritoneal, mejora "espectacularmente" la calidad de vida relacionada con la salud, la supervivencia y disminuye mucho los ingresos en hospital, con el consiguiente ahorro económico que también refleja la investigación realizada, según informó REDinRen a través de una nota de prensa.
Pacientes que están en fallo cardiaco refractario y han agotado todas las posibilidades terapéuticas habituales, presentan continuos ingresos hospitalarios, tienen una supervivencia muy mala y una pésima calidad de vida. Este perfil de personas han sido el objeto de la investigación realizada por científicos de REDinRen perteneciente al Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Ciencia e Innovación y que recientemente ha publicado la revista científica Nephrology, Dialysis & Transplantation. La diálisis peritoneal permitió que estos tuvieran una importante mejoría.
Tras revisar la bibliografía disponible y comprobar la escasez de estudios y soluciones para estos pacientes, investigadores del HUCA pertenecientes a la REDinREN se decidieron a poner en marcha en el año 2004 una investigación que les ha convertido en el grupo que más experiencia tiene en el mundo en aplicar esta técnica de diálisis a pacientes con fallo cardíaco.
Se trata de un estudio prospectivo, no randomizado, en el que se incluyó a pacientes con insuficiencia cardíaca resistente a los diuréticos, clase funcional III/IV de la New York Heart Association (personas con dificultad respiratoria incluso en reposo), no candidatos a trasplante renal y con tratamiento médico optimizado.
Tras aplicarles diálisis peritoneal ajustada al grado de insuficiencia renal de cada uno, todos los pacientes presentaron una importante mejoría de sus síntomas con una reducción de su clase funcional NYHA (el 70% de los pacientes mejoraron 2 grados y el 30% restante 1 grado). También disminuyó de manera muy importante la tasa de ingresos hospitalarios que pasó de 62 a 11 días de ingreso hospitalario por año en riesgo. Igualmente se produjo una reducción destacada en la mortalidad (supervivencia del 82% al año y del 56% a los 2 años). Todos estos resultados fueron comparados con los descritos por otros grupos de investigación que sólo trataban a sus pacientes con tratamientos "conservadores" a base de diuréticos.
Los investigadores de la REDinREN coordinados por Emilio Sánchez y la Carmen Rodríguez del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Central de Asturias, quisieron también medir la calidad de vida, observando que estos pacientes con insuficiencia cardíaca al aplicarles la diálisis peritoneal experimentaron una importante mejoría en la calidad de vida relacionada con la salud. Para objetivarlo utilizaron como herramientas los cuestionarios EuroQuol 5D y SF36, alcanzando ya, a los 6 meses de tratamiento, unos resultados similares a los de la población general, tanto en la esfera física como mental.
Finalmente los científicos de la Red de Investigación Renal hicieron también un estudio de costes, teniendo en cuenta todos los gastos derivados de la técnica y comparándolos con los que supone el tratamiento conservador con diuréticos. Comprobaron que los gastos (expresados en euros) son similares en ambas opciones de tratamiento, pero que si se ajustan estos gastos a los años de vida ganados por el paciente por la calidad de vida, la conclusión es que el empleo de la diálisis peritoneal es realmente coste-eficiente.
El tratamiento aplicado tiene además la ventaja de que presenta escasas complicaciones. La tasa de infecciones peritoneales en este grupo de pacientes con insuficiencia cardíaca es de sólo 0,02 episodios por paciente y año en riesgo, frente a los 0,56 episodios que presentan los pacientes con enfermedad renal crónica.
La insuficiencia cardíaca es una entidad altamente prevalente en los países desarrollados, ocasionando en sus fases más avanzadas, un deterioro muy importante de la salud general del paciente con frecuentes ingresos hospitalarios, una caída en la calidad de vida, unos gastos sanitarios considerables y una elevada mortalidad. Esta investigación ha demostrado que es posible mejorar la supervivencia, la calidad de vida y disminuir los ingresos en el hospital.