MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
El diagnóstico precoz del melanoma 'in situ' permite una supervivencia cercana al cien por cien, ya que el tumor se encuentra localizado, según el doctor Leandro Martínez, de la Unidad de Dermatología del Hospital Internacional Xanit, de Benalmádena. El experto explicó que "la supervivencia es inversamente proporcional al índice de profundidad alcanzado en la piel por las células tumorales".
Con motivo de la celebración hoy del Día Europeo del Melanoma, el Hospital Internacional Xanit, de Benalmádena, ha dedicado la jornada a divulgar los diversos métodos de prevención que existen, como la fotoprotección o el autoexamen de la piel, además de ofrecer valoraciones gratuitas a pacientes sospechosos, explicó el centro sanitario en un comunicado.
El melanoma es el cáncer de piel más letal que existe en la actualidad y es consecuencia de la proliferación maligna de los melanocitos, células que definen el color de la piel. Suele tener su origen en lunares ya existentes, aunque también puede aparecer directamente sobre la piel. Su principal patogenicidad radica en su capacidad de producir metástasis en otros órganos del cuerpo humano.
Según este centro sanitario, el método diagnóstico más rápido y eficaz que existe hoy día es el dermatoscopio, una lente asociada a focos de luz polarizada. Este aparato permite visualizar las diferentes estructuras de la piel a mayor aumento, así como captar su profundidad, al evitar la refringencia de la superficie cutánea. Por su parte, el tratamiento del melanoma sigue siendo la resección quirúrgica, aunque la comunidad científica está a la espera de una vacuna eficaz, añadió.
Pese a que cada vez se realizan diagnósticos más precoces, los nuevos hábitos culturales de exposición solar y la asociación entre bronceado y belleza han elevado el número de pacientes afectos por melanoma así como la mortalidad por esta enfermedad. Según el doctor Martínez, una de cada 75 personas podría desarrollar un melanoma a lo largo de su vida, y en personas con predisposición genética se cifra en un 8 por ciento la probabilidad de volver a desarrollar la patología en los dos años siguientes al diagnóstico inicial.
Los principales factores de riesgo son las quemaduras esporádicas e intensas con mayor trascendencia en la infancia (a partir de cinco el riesgo aumenta exponencialmente), la cantidad de lunares (aunque muchos pacientes tienen un melanoma como única lesión pigmentada) y el fototipo de piel (las personas con piel oscura tienen menor riesgo).